sábado, 20 de febrero de 2016

Hoy… tendré presente al Señor en todo lo que haga


“Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto” Proverbios 3:6
Hoy podría tener presente muchas cosas, pero creo que lo más importante es tener presente al Señor. Muchos hijos de Dios se han ejercitado profundamente en el asunto de ser guiados y dirigidos por el Señor. Cada uno de ellos puede dar testimonio de la belleza de tener presente al Señor en todo lo que se hace, porque definitivamente Él nos llevará por el camino recto.
El hijo de Dios que desea tener presente al Señor en todo lo que hace es aquel  que busca conocer la voluntad de Dios, va al libro sagrado para encontrar dirección y refresca su confianza por mirar como Dios lo ha guiado a través de los tiempos y en cada circunstancia.
Sé que Abraham dejó su tierra y su parentela y empezó a caminar sin otra guía que la dirección del Señor y marchó por un desierto seco sin saber a dónde iba, pero con la confianza total en el Señor. Por cuarenta años los israelitas caminaron por el desierto con la dirección absoluta del Señor. Sé que Josué entró a la tierra prometida y atravesó las dificultades y venció a los enemigos bajo la dirección del Señor.
Leo en la Biblia como los apóstoles marcharon a través de las dificultades, las persecuciones, solo con la dirección completa del Señor. Hoy quiero encomendar mi camino a él, porque sé que Él enderezará mis veredas. La Biblia promete que el  Señor me guiará si yo lo tengo presente a Él. El dice en su Palabra Yo te enseñaré y te instruiré acerca del camino que debes andar. El Señor me guiará continuamente si pongo en él mi confianza. El dijo: Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas. Esta palabra promete que su luz me alumbrará.
Cuando pongo mi esperanza en el Señor, una nueva fuerza llega hasta mí y las sombras de las dudas se disipan. Hoy es un día para tener presente al Señor en todos mis caminos y poder caminar con seguridad y confianza. Por muchos años estuve perdido sin ninguna luz. Por muchos años no tuve presente al Señor en mis planes y senderos, pero ahora, la luz ha llegado a mi corazón y es el secreto de vivir en la confianza de poner todos los planes en las manos del Señor.
Señor, Gracias por ser mi luz y mi Salvación. Hoy quiero andar en confianza delante de ti y poner toda mi vida en tus manos. Señor, quiero tenerte presente en todos mis caminos y sé que tu enderezarás mis veredas. Gracias porque en ti he podido confiar y gracias por la fortaleza que me impartes en la vida diaria. Gracias por tu amor y por ser mi guía perfecto en medio de mis caminos imperfectos. Amén. SCG

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