Cuando la emoción no se expresa y el cuerpo duele
Cuando la emoción no se expresa y el cuerpo duele
Cuando las personas por diferentes razones no pueden expresar sus emociones, lo que piensan y lo que sienten, y sobre todo reprimen las emociones negativas-enojo, ansiedad, angustia, disconformidad, etc. -las mismas comienzan a expresarse en el cuerpo mediante dolores y enfermedades psicosomáticas.
Las emociones en el cuerpo se manifiestan cuando la persona frente a situaciones de la vida cotidiana, como un conflicto o un problema a resolver, no puede afrontarlo producto de una conducta pasiva. El sujeto “traga” lo que le molesta y no puede decir lo que piensa y lo que siente, por causa de la ansiedad excesiva que provoca la inhibición conductual, en donde el sujeto termina somatizando las emociones que no puede expresar; por lo tanto, lo que no se puede decir o poner en palabras, se termina manifestando en el cuerpo. Esto significa, que son los órganos los que terminan “hablando” a través de los síntomas, diciendo lo que el sujeto no pudo expresar.
Veámoslo con un ejemplo:
María está en la fila del supermercado esperando su turno, en un descuido, otra mujer se le adelanta y le saca su lugar. Frente a esta situación a resolver, -defender su lugar- comienzan las auto charlas, “y si el otro se enoja”; “tengo miedo a que reaccione mal”; “voy a pasar vergüenza en público”. Estos diálogos internos generan emociones de temor, que van a activar al Sistemas de Alarmas, -Sistema Autónomo Simpático- como señal de peligro, provocando un estado de ansiedad excesiva, que al no poder utilizarse para la resolución del problema, producto de los miedos irracionales, la persona reprime lo que piensa y lo que siente, provocando problemáticas psicosomáticas.
Cuando el sujeto “traga” y no expresa sus emociones, existen diferentes consecuencias que repercuten en las aéreas de la persona ocasionando diversas problemáticas.
Algunas de ellas pueden ser:
• A nivel físico: enfermedades psicosomáticas
• En el plano psicológico: estrés; trastornos de ansiedad; crisis de angustia; trastornos del ánimo.
• Baja la Autoestima: ya que la persona siente que los otros “lo pasan por arriba”, producto de no poder defender sus derechos, y darse su lugar. El principal enojo es consigo mismo por no poder expresar lo que piensa y siente.
¿Qué tratamiento se puede implementar?
El entrenamiento en asertividad y en habilidades sociales resulta muy efectivo para aquellas personas que tienen una conducta pasiva, para que el sujeto aprenda a resolver los diferentes problemas que se le presentan en la interacción con otras personas, para poder expresar lo que piensa y siente de buena manera, defendiendo sus derechos y respetando los de los otros. Lic. Santiago Gómez | Psicólogo
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