domingo, 7 de junio de 2015

II Reyes 24

II Reyes 24: Capítulo 24

La campaña de Nabucodonosor (2 Crónicas 36:6-8)
1 En ese tiempo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, se puso en campaña, y Joaquím le estuvo sometido durante tres años. Pero después cambió de actitud y se rebeló contra él.
2 Entonces el Señor envió contra Joaquím bandas de caldeos, de arameos, de moabitas y de amonitas; las envió contra Judá para aniquilarla, conforme a la palabra que el Señor había pronunciado por medio de sus servidores los profetas.
3 Fue únicamente por orden del Señor que sucedió esto en Judá, para apartarla de su presencia, a causa de los pecados de Manasés, por todo lo que él hizo,
4 y también por la sangre inocente que derramó, hasta inundar con ella a Jerusalén: el Señor no quiso perdonar.
5 El resto de los hechos de Joaquím y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá?
6 Joaquím se fue a descansar con sus padres, y su hijo Joaquín reinó en lugar de él.
7 El rey de Egipto no volvió a salir de su país, porque el rey de Babilonia se había apoderado de todo lo que pertenecía al rey de Egipto, desde el Torrente de Egipto hasta el río Éufrates.
El reinado de Joaquín y la primera deportación de Judá (598-597) (2 Crónicas 36:9-10)
8 Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elantán, y era de Jerusalén.
9 El hizo lo que es malo a los ojos del Señor, tal como lo había hecho su padre.
10 En aquel tiempo, los servidores de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén, y la ciudad quedó sitiada.
11 Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a la ciudad mientras sus servidores la sitiaban,
12 y Joaquín, rey de Judá, se rindió al rey de Babilonia junto con su madre, sus servidores, sus príncipes y sus eunucos. El rey de Babilonia los tomó prisioneros en el año octavo de su reinado.
13 Luego retiró de allí todos los tesoros de la Casa del Señor y los tesoros de la casa del rey, y rompió todos los objetos que Salomón, rey de Judá, había hecho para la Casa del Señor, como lo había anunciado el Señor.
14 Deportó a todo Jerusalén, a todos los jefes y a toda la gente rica –diez mil deportados– además de todos los herreros y cerrajeros: sólo quedó la gente más pobre del país.
15 Deportó a Joaquín a Babilonia; y también llevó deportados de Jerusalén a Babilonia a la madre y a las mujeres del rey, a sus eunucos y a los grandes del país.
16 A todos los guerreros –en número de siete mil– a los herreros y cerrajeros –en número de mil– todos aptos para la guerra, el rey de Babilonia los llevó deportados a su país.
17 el rey de Babilonia designó rey, en lugar de Joaquín, a su hijo Matanías, a quien le cambió el nombre por el de Sedecías.
El reinado de Sedecías en Judá (597-587) (2 Crónicas 36:11-13; Jeremías 52:1-3)
18 Sedecías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jamutal, hija de Jeremías, y era de Libná.
19 El hizo lo que es malo a los ojos del Señor, tal como lo había hecho Joaquín.
20 Esto sucedió en Jerusalén y en Judá a causa de la ira del Señor, hasta que al fin él los arrojó lejos de su presencia. Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia.

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