lunes, 14 de diciembre de 2015

Los niños aprenden de lo que viven


¿Sabías, que somos responsables de lo que nuestros hijos creen de sí mismos, y que esto empieza desde el momento en que nacen?
Los niños creen 100% en sus padres, y son su figura # 1 a imitar, para ellos papá y mamá son lo MÁXIMO, hasta que nosotros mismos les demostramos lo contrario. Y es que son seres tan frágiles que con sólo una de tus palabras, o una acción involuntaria tuya, pueden lastimar su corazoncito.
¿Has visto a tu hijo(a) llorar con tanto sentimiento sin razón, por algo que pasó contigo, que hasta el aire les falta, y no has querido llorar con ellos?, y aunque lo abraces y acaricies, podrás detener su llanto, pero no el dolor que hay en su corazón.
Las palabras y acciones tuyas pueden destruir el futuro de tu hijo, él será quien le dijiste que es, si le has dicho que es un campeón, entonces será un campeón, pero si por lo contrario cuando derramó la leche o quebró un vaso, le dijiste ¡inútil!, has creado en él un sentimiento de fracaso que si no lo detienes a tiempo, tu hijo empezará a fracasar en todo.
Los niños aprenden 100% lo que viven, lo que ven, lo que les dicen, y eso es lo que ellos demostrarán a los demás, si tu hijo se siente amado, aunque tú no estés a su lado, se sentirá seguro porque sabe que sus papás lo aman y están ahí, aunque no estén presentes. Esto se logra diciéndoselo, abrazándolo, besándolo, y demostrándoselo en todo y cuanto hace.
¿Has visto a un niño de 3 años?, cuando hace cualquier cosa insignificante para uno, como pararse en un pie y decirte mami mira, él espera ver tu reacción, si en lugar de alabar su maroma lo regañas y le dices que estás ocupado, nunca más te ensenará una maroma por simple que sea, si por el contrario lo felicitas y le dices ¡Wao!, verás que te seguirá mostrando sus hazañas, que aunque para ti sean simples, para él es uno de los mayores descubrimientos y que a la vez está desarrollando su capacidad motora.
¿Quieres darte cuenta si en tu casa hablan a gritos?, escucha como habla tu hijo, si habla a gritos es porque no le estás prestando la atención necesaria y esa es su manera de lograrlo o que está acostumbrado a un ambiente hostil. En cambio si vez que tu hijo te llama la atención cuando subes el tono de voz con tu pareja o hacia ellos, quiere decir que no está acostumbrado a esto, y le desequilibras su entorno.
¿Quieres entonces que tu hijo sea un triunfador y sobre todo un niño FELIZ?, pues lo será siempre que tú estés ahí para ayudarle a limpiar la leche cuando la bote, para recoger los vasos rotos, para alabar sus maromas y hazañas, para secar sus lágrimas cuando se crea por vencido, para animarle a continuar y a terminar lo que ha empezado, para decirle que lo amas y que es el mejor regalo que Dios te ha dado, entonces sólo así tu hijo podrá decir, soy lo que soy, gracias a quien me lo enseñó y podrá salir adelante en las situaciones que se le presenten por más difíciles que sean…
Te invito a que esta noche, vayas a la cama de tu hijo(a), y mires lo indefenso que es, y sientas la paz que te transmite cuando está dormido(a), y ahí frente a su cama, pregúntate, ¿Qué está aprendiendo mi hijo(a) de mí?, y ora de la siguiente manera:
Agradece a Dios por tu hijo(a), por este regalo precioso que te ha dado, sea en las circunstancias que fueran, es un regalo de Dios para ti.
Pide perdón a tu hijo(a) por cada palabra y acción que lo hirió, y pídele a Dios que sea Él quien te guíe de ahora en adelante.
Haz lo que hizo Abraham con Isaac en Génesis 22, entrégaselo a Dios y que sea Él, el encargado de guiarte en la crianza de tu hijo(a), quien mejor que Dios, que tanto nos amó que entregó a su hijo único, para salvarnos. Juan 3:16
A partir de ahora, recuerda que todo lo que tu hijo aprende, es lo que vive y que tú eres responsable en gran parte de esto. Y tu hijo enseñará a sus hijos lo que él aprendió. Está en tus manos.
Señor, gracias por mi hijo(a), gracias porque Tú lo tejiste en el vientre, porque Tú me has dado este regalo tan grande, pido que me des sabiduría para guiarlo por el camino correcto. Enséñame a amarlo tanto como Tú me amas, y enséñame cómo ser el padre que tú quieres que yo sea. En tu altar lo entrego y pido que Tú hagas con él tu perfecta voluntad. AC

No hay comentarios.:

Publicar un comentario