La Celebración de estos días navideños, nos lleva a recordar ese acontecimiento tan maravilloso y especial como lo fue el nacimiento del Hijo de Dios: Jesucristo, nuestro Gran Redentor. Una celebración que debería ser un tiempo de alegría, felicidad, de agradecimiento, de unidad, de compañerismo, de perdón, de reconciliación. Para muchos es un tiempo de estrés, afanes, angustias por las compras, la comida, los compromisos, los estrenos, para otros se convierte no en una celebración, sino en un tiempo de soledad, tristeza, dolor, llanto.
Esta celebración se debe realizar con mucha gratitud a Dios por enviarnos el regalo más hermoso que alguien en esta tierra pueda recibir: Jesús el Hijo de Dios. De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él crea, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16
En cada reunión familiar es necesario y de suma importancia, tener un tiempo para dar adoración al Rey de Reyes.
Regocijémonos aunque no haya un vestido para estrenar, aunque no haya mucho para comer, aunque no tengamos muchos regalos para dar, ni para recibir, pero si tenemos en nuestro corazón un lugar para Cristo, eso es suficiente. Contentos con lo que tenéis ahora, porque Él dijo No te dejaré ni te desampararé.
En esta celebración, debe haber también un tiempo para pensar en otros. Ninguno busque su propio bien sino el del otro. 1 Corintios 10:24
Tal vez dices no tengo nada que ofrecer. Si tienes a Jesús en tu vida, eso es lo mejor que puedes dar a otros. Te menciono algunas sugerencias que te pueden ayudar:
• Invita a alguien que sabes que está solo a pasarlo junto con tu familia. Prepara una tarjeta que tu puedes confeccionar expresando amor y ánimo y envíala a alguien que sabes que está pasando por momentos de crisis.
• Prepara un pastel para alguna familia pobre.
• Has una llamada telefónica a una persona enferma y dale palabras de aliento.
• Comparte un tiempo especial para algunos amigos, ofreciéndoles un té y preparando una mesa especial para hacerlas sentir felices y amados.
Creo que Dios nos ha dado creatividad y podemos usarla en este tiempo de celebración para juntos adorar a aquel que nos amó tanto y envió a su hijo nacido de una mujer santa y ejemplar, para que disfrutemos de esta vida en una forma sana y satisfactoria.
No permitas que en este tiempo de celebración tu corazón se llene de ansiedad, de egoísmos y afanes, disfrútalo y transmite la vida de Jesús a aquellos que te rodean, Dios te bendiga. AVdeC
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