jueves, 19 de enero de 2017

Chequeos necesarios para comenzar el año saludable


Al comenzar un nuevo año planificamos diferentes actividades y prevemos diferentes escenarios, ya sean vinculados a lo económico, lo social o lo laboral. Pero pocas veces dentro de esos esquemas contemplamos que la salud es parte primordial para poder cumplir con cualquiera de nuestros objetivos. Postergamos las visitas al médico y dejamos los estudios de rutina “para más adelante”. 

¿Qué es un chequeo preventivo? Los estudios básicos para comenzar el año “tranquilos”
“El chequeo preventivo es un examen de salud que permite detectar precozmente patologías ocultas o bien evaluar los diversos factores de riesgo cardiovasculares como hipertensión arterial, diabetes, sobrepeso u obesidad, dislipemias, sedentarismo, tabaquismo, estrés; todos inherentes a cada persona en particular. 
Bajo la denominación chequeo se incluye el interrogatorio médico, el examen físico y un conjunto de estudios diagnósticos. Identificar alteraciones con premura permite realizar recomendaciones oportunas e incrementar el éxito terapéutico”, explica el Dr. Carlos Reguera, médico cardiólogo y Jefe del servicio de Cardiología y Medicina Preventiva en INEBA. 
En cuanto a los estudios complementarios básicos, siempre es conveniente comenzar por un análisis de laboratorio y luego continuar con radiografías, electrocardiograma, ergometría y ecocardiograma doppler, entre otros. 
De encontrar anomalías o si el paciente ya posee antecedentes patológicos, se pueden solicitar otros estudios más complejos. Dichos estudios son útiles para direccionar el seguimiento, diagnóstico y tratamiento de patologías en diversos pacientes. 
“Con la tecnología de hoy y un circuito correctamente organizado, todos estos estudios los podemos hacer en menos de tres horas, por lo que el tiempo para visitar al médico ya no es una excusa”, comenta Reguera, quien concluye: “Un buen control comienza con una consulta médica y su posterior examen físico. Como dice el dicho: ‘el que sabe lo que busca, entiende lo que encuentra’”. 

Para afrontar la actividad física de 2017
La confección del certificado de aptitud física es un requisito fundamental para la práctica segura de cualquier tipo de ejercicio físico y/o deporte. Su principal objetivo es detectar patologías y prevenir riesgos. Esto se logra a través de un interrogatorio, un examen físico y estudios complementarios. 
“Realizar ejercicio físico sin saber si estamos en condiciones de hacerlo supone un riesgo para nuestra salud. Para disminuir ese riesgo, es vital contar con un certificado de aptitud física y seguir las pautas médicas según las condiciones de cada paciente en particular”, explica el Dr. Hernán Provera, medico cardiólogo y Coordinador del Área de Prevención Cardiovascular en INEBA. 
El certificado atestigua la aptitud física del individuo, considerando su edad, sexo, antecedentes y actividad deportiva a desarrollar (competitiva, recreativa, otras). 
La certificación comprende tres áreas: clínico/pediátrica, traumatológica y cardiovascular. Ésta última intenta identificar patologías cardiovasculares preexistentes ocultas y relevantes para reducir el riesgo asociado a la práctica del deporte. 
“Desde INEBA sugerimos que quienes practiquen deportes competitivos o extremos se realicen un chequeo cardíaco para conocer el estado de su corazón y saber si pueden realizar ese tipo de actividad física”, argumenta el especialista. 
La evaluación mínima de primer nivel para el apto físico cardiovascular en deportes competitivos debe comprender un interrogatorio, un examen físico, un electrocardiograma de reposo y una ergometría de 12 derivaciones en mayores de 40 años o bien en mayores de 30 con factores de riesgo coronario, además de un ecocardiograma doppler en el caso de deportistas de alto rendimiento mayores de 16. 

Tranquilidad para grandes y chicos: la importancia del certificado médico escolar
El apto físico escolar es el certificado anual que solicitan las escuelas o colegios a los niños y adolescentes para tener un registro de su estado de salud al momento de comenzar las clases.
El certificado determina si el chico puede o no participar en la clase de educación física y se rige con los mismos principios del apto que puede solicitar una institución deportiva o gimnasio. 
“Si bien el examen cardiovascular es de suma importancia, el médico cardiólogo solo no emite el apto físico definitivo. Es un eslabón más del enfoque multidisciplinario del paciente dado que si bien una persona desde el punto de vista cardiovascular puede estar apta para realizar un ejercicio, puede ser portadora de otras patologías no cardíacas como asma bronquial, epilepsia o diabetes, por mencionar algunas, que desaconsejan o pueden limitar los ejercicios físicos”, aclara el especialista. 
Además de cumplir con las instituciones educativas, estos certificados permiten a los padres conocer el estado de salud de sus hijos, detectar posibles enfermedades y fomentar la cultura de la prevención.

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