lunes, 19 de octubre de 2015

Apreciaré la vida como un regalo


“La vida vale más que la comida y el cuerpo más que la ropa” Lucas 12:23
Día a día se multiplica la cantidad de personas que no saben apreciar la vida. La vida la ven y la tratan como si fuera algo que no tiene mucho valor. Miles de personas intentan cada día quitarse la vida y otros la tratan como si la pudieran conseguir en cada esquina.
La Biblia dice que la vida es un regalo de Dios y solo Él la puede quitar y nosotros conservarla. ¿En realidad que es la vida? La vida es una oportunidad, benefíciate con ella. La vida es belleza admíralo todo. La vida es dicha gusta de ella. La vida es un sueño, cuéntalo a todos. La vida es un desafío, encuéntrala. La vida es un deber, complétala. La vida es un juego, entonces juégala. La vida es costosa, cuídala.
Sí vale la vida. Quizá a ti no te costó tenerla, pero a otro le costó. Le costó a tu querida madre, le ha costado a otros, pero sobre todo le costó a Jesús cuando derramó su sangre preciosa en el calvario por salvar tu vida.
La vida sí vale y hay que tenerla como perla de gran precio. La vida es riqueza, entonces guárdala. La vida es amor, entonces disfrútala. La vida es misterio, entonces escudríñala. La vida es un duelo, entonces supérala. La vida es una canción, entonces cántala. Si la vida es una tragedia, entonces enfréntala.
La vida es una aventura, entonces disfrútala. La vida es suerte, entonces tómala. La vida es demasiado preciosa entonces no la destruyas. La vida es la vida, entonces peléala. Estas breves declaraciones fueron escritas por la Madre Teresa de Calcuta. Ella, diminuta mujer, supo darle valor a la vida y no solo cuidó la suya sino la de los leprosos que morían en la India.
Este es un maravilloso día para amar la vida y disfrutarla porque es un regalo de Dios. Es un regalo precioso de valor incalculable. Hoy quiero enrumbar mis pasos por el camino del agradecimiento y de la plenitud para vivir.
No quiero ser un desagradecido y miserable tránsito en los senderos de la vida masticando amargura y respirando odio. Este es un buen día para dejar que el aroma del genuino agradecimiento se eleve ante el trono de Dios e impregne las vidas de los que me rodean. 
Este mundo está lleno de olor a muerte y yo quiero emanar olor a vida. Ese olor surge de una vida agradecida al Señor por la vida que nos ha regalado.
Hoy es día de agradecimiento y plenitud para vivir.
Señor, Gracias por la vida que me has dado. Ese es un gran regalo que yo no merezco pero que en tu bondad me das. Hoy quiero ser un completo agradecido de tu misericordia.
Quiero que ese olor de agradecimiento por el regalo de vida salga desde mi corazón ante tu presencia y en ese trayecto que logre inundar a los me rodean. Porque la Vida vale más que la comida y el cuerpo más que la ropa. Gracias Señor permite que hoy pueda hacer una diferencia donde viva. Amén. SCG

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