El mayor obstáculo al éxito para algunas personas es el temor al fracaso. El fracaso es sólo un evento negativo cuando le permitimos convertirse en un obstáculo a nuestro éxito.
Hace un año, comprendí el concepto de fracaso cuando decidí explorar un enfoque nuevo y diferente en mi negocio. ¡Mi primer intento falló estrepitosamente! El segundo fue ligeramente mejor, pero seguí sin obtener el resultado deseado. Estos intentos junto a los constantes ajustes en el proceso me mostraron una nueva manera de ver al fracaso que nunca había notado en mis fracasos anteriores.
Esto es lo que descubrí en el proceso: el fracasar era un proceso natural para poder recoger datos y conocimiento para poder intentarlo de nuevo. La calidad y cantidad de esos datos y conocimiento estaban ligados a mi éxito. Entre más rápido yo estaba dispuesto a acumular los datos/conocimiento, más rápido podría eliminar los callejones sin salida y crear los resultados que buscaba. Para mí, la manera más rápida de aumentar mi ciclo del éxito era eliminar el temor al evaluar mis errores e implementar una nueva acción totalmente nueva.
No temamos intentar cosas nuevas en nuestras vidas personal y profesional; entre más fracasemos, más rápido aprendemos y crecemos. La palabra (fracaso) conjura energía negativa, conceptos e imágenes para algunos. Digamos que intentamos algo y que los resultados no fueron favorables. En vez de rendirnos, usemos esta oportunidad para evaluar la experiencia. Este es el tiempo para dar un paso atrás y observar, ajustar, planear y tomar acción de nuevo. Y es la manera más fácil de mirar al temor en los ojos; eso es lo que se requiere para aumentar nuestro índice de éxito.
También necesitamos estar al tanto de cómo nuestros egos pudieran entrometerse en aquello del temor al fracaso. ¿Está nuestro temor al fracaso ligado a nuestro estatus, finanzas o posición? Y ¿estaremos más preocupados con aquello que los demás puedan pensar?
La vida misma está basada en los fracasos. No estaríamos aquí ni seríamos quienes somos si no fuese por nuestras propias experiencias y equivocaciones.
Así que fracasemos hacia adelante. Es la manera más rápida de acortar nuestro ciclo del éxito. ChW
La autora del pensamiento de hoy acierta en el blanco en cuanto a su perspectiva del fracaso y el temor que todos le tenemos. Se da cuenta —y aprovecha para compartírnoslo— que el fracaso en sí puede convertirse, si así lo permitimos, en un escalón hacia el éxito. Lo interesante es que afirma también que entre más rápido fracasamos, más rápido pudiésemos estar acercándonos al éxito.
Recuerdo las palabras de un antiguo jefe que al contemplar un proyecto que sentía que no iba a prosperar, nos solicitaba que lo “acelerásemos hacia el fracaso”, para salir de aquello de una vez por todas. Resulta obvio que la clave está en nuestra disposición a aprender de cada fracaso… como se le atribuye al inventor Tomás Alva Edison tras haber fracasado con más de 900 versiones de la bombilla eléctrica: “ya sé 900 maneras en que no va a funcionar”. Tal vez nos falte la visión y la fortaleza para seguir intentándolo. Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo. RI
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