Las enfermedades inflamatorias intestinales afectan a unos 30.000 argentinos, señaló el Dr. Juan Andrés De Paula, jefe del área de Enfermedades Intestinales del Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano.
Conocidas como EII, las organizaciones mundiales buscan generar conciencia sobre el aumento de la incidencia de estas enfermedades que afectan a 5 millones de personas en el mundo y cuyas causas se desconocen.
El Dr. De Paula dijo que estas patologías no se conocen con exactitud, pero sí se sabe que tienen un componente genético, ya que son más comunes entre los hijos cuyos padres tienen enfermedades inflamatorias, y que su incidencia crece año a año en los países industrializados, por lo que podrían estar relacionadas con la dieta de estos países o con factores ambientales.
El viernes próximo se celebrará el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, un padecimiento crónico, preponderante en los países desarrollados y con componentes hereditarios, aunque no son enfermedades genéticas exclusivamente.
“Es importante tener un diagnóstico a tiempo ya que tienen un alto impacto en la calidad de vida. Sus síntomas pueden obligar a quien las sufre abandonar su trabajo”, expresó el especialista.
Las EII agrupan a dos enfermedades: la Colitis Ulcerosa (CU) y la Enfermedad de Crohn (EC).
A diferencia de otras enfermedades gastrointestinales más comunes como el síndrome del Colon Irritable, la CU presenta síntomas como la diarrea de deposiciones de bajo volumen, con moco y sangre, y un deseo muy fuerte de evacuar que puede llegar a interrumpir el sueño, a pesar de no tener necesidad de hacerlo.
La Colitis Ulcerosa es una inflamación del intestino grueso que comienza en el recto y que puede extenderse a todo el colon”, explicó.
Por otro lado, la Enfermedad de Crohn tiene una localización más variable a la de la CU. Puede presentar una inflamación en cualquier segmento del sistema digestivo e incluso por avanzar a través de segmentos sanos y enfermos.
“Sus síntomas son mucho más complejos. Además de los de la Colitis Ulcerosa suma otras manifestaciones extraintestinales como la fiebre, la pérdida de peso, dolores en las articulaciones y hasta problemas de piel”, advirtió el Dr. De Paula.
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, De Paula recomendó acudir a un gastroenterólogo que deberá derivarlo a un especialista en enfermedades inflamatorias.
El tratamiento de este tipo de enfermedades es amplio e incluye: antiinflamatorios, corticoides, inmuno moduladores, agentes biológicos y hasta cirugías, aunque ésta es la última opción en el caso de que no funcionen las otras opciones.
“Estimamos que hay 30.000 pacientes de este tipo de enfermedades en la Argentina, pero no contamos con registros. Uno de los objetivos que tenemos con otros especialistas en el tema es hacer un registro nacional de pacientes”, destacó el experto.
“Hay muchos pacientes subtratados que creen que deben convivir con esta enfermedad de por vida cuando pueden vivir sin síntomas ni inflamación activa. Pueden hacerse estudios visuales, endoscopias y resonancias que advierten su presencia en el cuerpo”, explicó.
De cara al futuro, el Dr. De Paula advirtió que es necesario “aumentar la conciencia entre la población y el cuerpo médico de que están en aumento estas enfermedades” y que “necesitan un tratamiento permanente para evitar las recaídas”.
“Es común que los pacientes abandonen el tratamiento. La falta de adherencia a tratamientos prolongados es algo cultural, ya que la gente asocia estar sano con no tomar medicación, algo que no siempre es así”, concluyó.
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