Bajo el lema “Vencé a la Diabetes”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elegido a esta enfermedad crónica para hacer foco en el marco del Día Mundial de la Salud, que se conmemora el 7 de abril. Aumentar la concientización para promover la prevención, mejorar la atención de los pacientes y reforzar el adecuado control de la enfermedad, son los principales objetivos que persigue la institución en esta conmemoración.
En el mundo, hay cerca de 415 millones de personas con diabetes, es decir, cerca de 1 de cada 11 individuos. Según la OMS, una de las claves para combatir la enfermedad está en aumentar la concientización sobre la carga de la diabetes y sus consecuencias, en particular en los países de ingresos bajos y medianos.
“En la actualidad, la diabetes representa una verdadera preocupación a nivel mundial, lo que evidentemente ha llevado a que una institución como la OMS concentre sus esfuerzos este año para aumentar la concientización al respecto. La incidencia de diabetes va en aumento, y en muchos países del mundo aún es elevado el grado de subdiagnóstico, esto es, cientos de miles de personas que viven con la enfermedad sin saberlo y sin recibir tratamiento, lo que a futuro representa un riesgo aumentado de sufrir complicaciones severas. Esto sucede también en nuestro país y tenemos que trabajar para que nadie llegue tarde al diagnóstico de su enfermedad”, reflexionó la Dra. María Cristina Faingold, médica endocrinóloga y presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes.
En la Argentina, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), existen aproximadamente 2,5 millones de adultos a quienes se les ha diagnosticado esta enfermedad crónica, de características epidémicas (9,8% de la población adulta).
Para la OMS, los esfuerzos por prevenir y tratar la diabetes serán importantes para alcanzar la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible3, que consiste en reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades crónicas no transmisibles para 2030. “Muchos sectores de la sociedad tienen una importante función que desempeñar, en particular los gobiernos, empleadores, docentes y fabricantes, así como la sociedad civil, el sector privado, los medios de comunicación y cada uno de nosotros”, afirmó la OMS en un comunicado.
Tal como refirió la Dra. Faingold, “la clave es trabajar sobre la alimentación. La llamada epidemia de diabetes va de la mano de la epidemia de obesidad. Tenemos que concentrar esfuerzos activamente para frenar el aumento de peso de la población y aumentar la realización de actividad física. Los malos hábitos de vida han deteriorado la salud de la gente y la diabetes tipo 2 viene de la mano tanto de la mala alimentación como del sedentarismo”.
Sin embargo, la OMS reconoce que aunque hay buenas pruebas de que una gran proporción de casos de diabetes y sus complicaciones se pueden prevenir con una dieta saludable, actividad física regular, mantenimiento de un peso corporal normal y evitando el tabaco, a menudo estas medidas no se ponen en práctica.
Al respecto, la especialista refirió que para que el médico logre ser convincente con los pacientes al hablar de la relevancia de una vida sana, “lo primero que debe lograr es él mismo estar plenamente convencido, porque es complejo transmitir el entusiasmo por la realización de actividad física si uno mismo como médico no lleva una vida activa. La práctica médica al abordar enfermedades crónicas, genera una relación médico-paciente muy cotidiana, del día a día, y en ese diálogo tiene que ir forjándose un vínculo adonde el paciente incorpore a su vida hábitos saludables”.
Cuando hablamos de educación diabetológica del paciente, agregó la Presidente de la SAD, también hablamos de lograr que el paciente adhiera a todos los tratamientos: “Es difícil, y es importante no generar temor en el paciente, pero sí es necesario informarle realmente a qué riesgos se expone si no logra controlar adecuadamente sus niveles de glucosa en sangre. Existe abundante evidencia científica de que si no se alcanza un control satisfactorio de la enfermedad, es mayor el riesgo de complicaciones micro y macrovasculares a futuro. No estamos ‘protegiendo’ al paciente si le ocultamos esa información, debe saberlo para convencerse de la importancia de ser responsable y protagonista de su tratamiento”.
Diabetes en niños
Tal como refiere la OMS, recientemente se ha constatado un aumento del número de casos notificados de diabetes de tipo 2 entre los niños y los adolescentes, hasta el punto de que en algunas partes del mundo la diabetes de tipo 2 es la que más abunda entre los niños. Existe un sentimiento generalizado de que el aumento mundial de la obesidad y de la inactividad física en la infancia está desempeñando un papel decisivo al respecto. Alimentarse de modo sano y adoptar unos hábitos de vida saludables constituyen una fuerte defensa frente a la enfermedad.
Al respecto, la Dra. Faingold agregó que al abordar la diabetes como problema de salud pública, “inevitablemente tenemos que hacer foco en las poblaciones infantiles. Cada vez vemos más niños con diabetes tipo 2, algo que era infrecuente 20 años atrás. El elevado peso al nacer y la híper obesidad en los primeros años de vida se traducen en una aparición temprana de diabetes. Cuanto antes aparece la enfermedad, mayor es el tiempo de vida para que se presenten las complicaciones macrovasculares”.
Se estima que la mitad de la población con diabetes no está diagnosticada y, por consiguiente, no recibe tratamiento. Sin tratamiento, la diabetes puede provocar complicaciones como infartos, ceguera, insuficiencia renal y amputaciones. El sedentarismo es responsable de un cuarto de la carga de la diabetes en el mundo. La obesidad multiplica por veinte el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y tener antecedentes familiares de diabetes tipo 2 también aumenta el riesgo.
Se estima que en 2016:
• 1 de cada 11 adultos tiene diabetes (415 millones).
• 1 de cada dos (46,5%) adultos con diabetes no está diagnosticado.
• 1 de cada 7 embarazadas desarrolla diabetes gestacional.
• 3/4 de la población con diabetes (75%) vive en países de bajos o medianos recursos.
• 542.000 niños tienen diabetes tipo 1.
• Cada 6 segundos, se pierde una vida a causa de la diabetes (5 millones de muertes).
• 1 de cada dos (46,5%) adultos con diabetes no está diagnosticado.
• 1 de cada 7 embarazadas desarrolla diabetes gestacional.
• 3/4 de la población con diabetes (75%) vive en países de bajos o medianos recursos.
• 542.000 niños tienen diabetes tipo 1.
• Cada 6 segundos, se pierde una vida a causa de la diabetes (5 millones de muertes).
La diabetes es una enfermedad crónica causada por una incapacidad del organismo para producir o utilizar la insulina. Ésta es una hormona secretada por el páncreas que permite controlar los niveles de glucosa (azúcar) en sangre a fin de utilizarla como energía. Sin insulina, los niveles de glucemia se elevan y causan a largo plazo daños irreversibles a nivel vascular en órganos y tejidos.
Si no se trata, puede causar complicaciones tales como enfermedad coronaria, accidente cerebro vascular, ceguera, insuficiencia renal y/o amputación de miembros inferiores. Las formas más comunes de diabetes son la diabetes tipo 1 y la tipo 2.
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