El deseo de comer dulce tiene una explicación médica:
puede deberse a desbalances hormonales o carencia de nutrientes esenciales como
el magnesio, entre otras causas. Y el exceso de azúcar, se sabe, es nocivo para
la salud. De allí la importancia de controlar el dulce que se consume, para
evitar sus efectos negativos en el organismo, más allá del placer inmediato que
se experimenta al comer algo con azúcar.
Una de las principales razones por las que se quiere
comer azúcar es la falta de magnesio en el organismo, detalló el The Jerusalem
Post. El magnesio regula la secreción del neurotransmisor dopamina, así como
los niveles de insulina y glucosa.
Sin embargo, los antojos de azúcar no se limitan a la
deficiencia de magnesio y son causados por muchos factores, entre los que los
especialistas enumeran los cambios hormonales, la costumbre o incluso el
aburrimiento. También las personas que padecen problemas renales, están en la
menopausia o están sometidas a estrés pueden tener un fuerte antojo de dulces.
Datos de la AARP (anteriormente
American Association of Retired Persons; una organización estadounidense sin
fines de lucro, que atiende las necesidades e intereses de las personas mayores
de 50 años) aseguran que en los EEUU cada persona consume, en promedio, 17
cucharadas de azúcar por día, esto es entre dos y tres veces la cantidad
recomendada por la Asociación Americana del Corazón. El punto está en lograr
reducir esas cifras y disminuir el consumo de azúcar. Y para eso, los
especialistas del organismo dieron una serie de recomendaciones.
1-
Sumar proteínas al desayuno
Los alimentos con alto contenido de azúcar o
carbohidratos hacen aumentar el nivel de insulina en la sangre. Y cuando el
nivel de azúcar en la sangre vuelve a disminuir después de una o dos horas,
aparece el deseo de consumir más azúcar. Para salir de este círculo vicioso, la
clave es comenzar el día con un desayuno rico en proteínas, apuntó Anne
Alexander, autora del libro The Sugar Smart Diet. Huevos, yogur griego, o un
batido con proteína en polvo son algunas opciones que no sólo darán energía al
organismo, sino que también, ayudarán a estabilizar los niveles de azúcar en la
sangre.
Un estudio publicado en la revista Nutrition Journal
reveló que quienes consumían un desayuno con alto contenido de proteínas
tuvieron menos antojos alimentarios que aquellos que no desayunaron o cuyo
desayuno contenía sólo una mínima parte de proteínas.
2-
Aumentar el consumo de especias
Existen algunas especias muy conocidas y populares que
tienen propiedades para ayudar a controlar los antojos de azúcar, además de
poseer propiedades antiinflamatorias.
Cardamomo, cilantro, canela, nuez moscada son algunas
de las que los especialistas recomiendan incorporar en la alimentación para
aprovechar todos los beneficios.
Según recientes publicaciones, mejoran la secreción de
insulina, y por ejemplo la nuez moscada aumenta los niveles de serotonina en el
cuerpo, mejorando así el estado de ánimo y reduciendo los antojos de azúcar.
3-
Dormir bien
Investigadores de la Universidad de Columbia
analizaron el sueño y la alimentación de más de 500 mujeres y descubrieron que
aquellas que dormían mal consumían mucho más azúcar agregado que aquellas que
dormían bien. Según Brooke Aggarwal, coautora del estudio y profesora adjunta
de Ciencias Médicas en el Centro Médico de dicha universidad, “un sueño de mala
calidad puede afectar el mecanismo de recompensas en el cerebro, lo que hace
sentir una fuerte atracción por los alimentos azucarados o poco saludables”.
Además, “la privación del sueño suprime las señales de saciedad”, aseguró la
experta, quien recomendó dormir siete u ocho horas cada noche.
4-
Hallar el punto débil en el consumo de azúcar
En la mayoría de los casos, el deseo de comer algo
dulce no tiene nada que ver con el hambre. Al menos no con el hambre
fisiológico. La mayoría de las personas buscan este tipo de alimentos por
aburrimiento, ansiedad o depresión. “Muchas veces, lo que realmente nos hace
falta es un abrazo... En cambio, entramos a la cocina y buscamos algo que nos
haga sentir mejor -analizó Alexander-. Tomarse un momento para pensar realmente
en lo que está causando los antojos es un gran primer paso”.
Una vez identificada la o las causas, solo se trata de
buscar otras maneras de lidiar con esos sentimientos: podrá ser escuchar
música, leer un libro, mirar un programa de televisión o hablar por teléfono
con un amigo. La especialista recomendó hacer una lista con esas herramientas y
colocarla visible en la cocina.
5-
Eliminar las tentaciones
Suena muy sencillo, pero una de las maneras más
fáciles y eficaces de reducir los antojos por los alimentos a los que una
persona no se puede resistir es no tenerlos en la casa.
El psicólogo Evan Forman, director del Center for
Weight, Eating and Lifestyle Science de la Universidad de Drexel, aconsejó
guardar los dulces donde no se los pueda ver ni alcanzar. En su lugar, en
sitios accesibles, tener siempre a mano refrigerios más saludables, como
frutas, nueces y verduras cortadas.
6-
Comer solo una pequeña porción
En el intento por reducir el consumo de dulce, algunas
personas directamente renuncian por completo a estos alimentos y terminan en un
momento perdiendo el control y atracándose. Para evitar eso, una opción es
limitarse a una porción muy pequeña, según sugirió Jamie Pope, dietista
certificada y profesora adjunta de Nutrición en la Facultad de Enfermería de la
Universidad de Vanderbilt. Y tras asegurar que “los primeros dos o tres bocados
son los que ofrecen el mayor impacto estético”, Pope instó a “disfrutar de esos
bocados y saborearlos”.
7-
Buscar sustitutos saludables
Muchas veces se puede satisfacer el antojo por lo
dulce si con alimentos naturalmente dulces, como las bananas, las frambuesas, las
uvas o los arándanos. Para que las frutas tengan un sabor aún más dulce, Pope
aconsejó congelarlas.
Para darse un gusto que se parezca más bien a un
postre, una idea es mixear la fruta congelada y comerla como helado sin azúcar
agregado.
8-
Contar hasta 25 antes de comer algo dulce
Investigadores de la Universidad de Rush comprobaron
que al programar una máquina expendedora de alimentos poco saludables para que
las personas tuvieran que esperar 25 segundos antes de recibirlo, muchos
terminaron optando por algo más sano. Según publicaron en la revista Appetite,
este truco funcionó porque los seres humanos prefieren la gratificación
inmediata. Así es que los expertos recomendaron contar hasta 25 la próxima vez
que se sienta un fuerte antojo de algo dulce. Y de paso, preguntarse si
realmente desea eso que está por comer. Tal vez el tiempo permita tomar una
decisión más saludable.
9-
Abstenerse por un mes
Si hay algún alimento que resulte imposible para
alguien dejar de consumir, Forman aconsejó evitarlo por completo durante solo
un mes. Aunque será difícil durante una o dos semanas, según el psicólogo, si
se puede prescindir de ese alimento durante un mes con la ayuda de las
estrategias mencionadas antes, el cerebro se adaptará, y el antojo por ese
alimento probablemente se reducirá en gran medida. Contrario a lo que las
personas se imaginan, “una vez que el cerebro se adapte a que no se consuma un
alimento, probablemente dejará de sentirse por completo el deseo o antojo por
él”, concluyó el especialista.
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