Preocupan mucho a los padres, porque súbitamente ven cómo sus hijos se llenan de erupciones cutáneas o tienen síntomas gastrointestinales. Un estudio del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC -por sus siglas en inglés) de Atlanta, Estados Unidos, reflejó que entre el 6 y 8% de los niños que nacen sufren cuadros de alergias alimentarias. En Argentina, este número significa unos 42 mil bebés que, anualmente, padecen este tipo de síntomas.
"Cualquier alimento en sí mismo puede ocasionar reacciones alérgicas, pero -en menores de 3 años- los alérgenos más frecuentes son leche, huevo y trigo. Son los más importantes", sostuvo el Dr. Martín Bozzola (MN 75.110), médico integrante de la Sección de Alergia e Inmunología Pediátrica del Hospital Británico. Y luego agregó: "en los más grandes, los principales son el maní, pescado, frutos secos y mariscos, los que completan -agregando a la soja- lo que se conoce como los 'grandes ocho', denominación que agrupa a los que más frecuentemente provocan alergia a cualquier edad", explicó el médico.
En menores de un año, las dos presentaciones más frecuentes son a nivel cutáneo y gastrointestinal. Las erupciones en la piel suelen ser urticaria o eczemas. Existen otras reacciones más severas, aunque menos frecuentes, como la anafilaxia, que es el compromiso de la vía aérea, o, yendo un poco más adelante en la edad, complicaciones en el esófago o el intestino, que pueden dar una inflamación importante con algunas consecuencias o en otros casos causar diarrea de tipo crónica.
En el marco de alergias alimentarias, el Dr. Bozzola explicó que "el tratamiento inicial es dejar de exponerse al alimento que presuntamente desencadenó la reacción. Eliminar lo que te hace mal. Uno comienza quitándolo de la dieta y, si dio en la tecla, los síntomas paulatinamente se van retirando, con mayor o menor celeridad, según cuál sea el síntoma."
Es imprescindible, en el rol de padre, estar atento a las reacciones que los bebés pueden presentar a los primeros alimentos que reciben a partir del sexto mes de vida, puesto que esta etapa de incorporación de alimentos es crítica en el marco de lo que se conoce como los primeros 1000 días de vida, que van desde la gestación hasta los dos años de edad del niño, y que se ha demostrado que representan una verdadera ventana de oportunidad como condicionantes de la salud futura y del desarrollo integral de una persona en la adultez.
Cómo diagnosticar las alergias alimentarias
En los menores de 3 años, se calcula que un 6% de la población presenta alergias alimentarias. En mayores de 3 y adultos, la prevalencia es de entre un 2 y un 4%. Si uno tiene un porcentaje en menores de 3 años y otro en mayores de 3, es que evidentemente algo sucede y se explica porque, en muchos casos, los niños van desarrollando tolerancia al alérgeno.
Sobre la detección y el abordaje de estos cuadros, el Dr. Bozzola refirió que puede haber en nuestro país algo de subdiagnóstico y, paradójicamente, también quizás algo de sobrediagnóstico, pero que, afortunadamente los pediatras en general tienen muy presente la alergia, "están más avezados que hace unos años. El tema está instalado: ante determinada sintomatología, ya sospechan que podría tratarse de un cuadro de alergia".
Cuando el síntoma es una erupción cutánea, lo primero que se pregunta a los padres es si han incorporado en los días previos algún alimento nuevo en la dieta del niño. El Dr. Bozzola reconoció que "el pediatra va a adoptar una de dos posturas: o recomendará ir al alergista o sugerirá exponerlo nuevamente al alimento para reconfirmar. Esto puede generar algo de resquemor en los padres, que ven a sus hijos brotarse nuevamente, ya en un evento previsible y que pudo haberse evitado, pero lo cierto es que es una estrategia válida y entendible".
De todos modos, el especialista aclaró que "distinto es el caso de reacciones severas, que potencialmente podrían poner en riesgo la vida del niño. En ese caso, la constatación se hace a través de análisis de laboratorio o pruebas cutáneas, pero el pediatra será mucho más prudente y no permitirá que se corran riesgos innecesarios".
Controlar la alergia
Según sostuvo el Dr. Bozzola, "se sabe que en la medida en que uno logra dar al niño una variedad amplia de alimentos, van estimulándose mecanismos de tolerancia, lo que es favorable en el tiempo para poder paulatinamente incluir el alimento que originalmente generaba la reacción".
A este respecto, agregó que "las familias suelen ser reacias a la reincorporación del alimento por miedo a que persistan las reacciones. En estos casos, son de mucho valor el diálogo y la contención que brinde el profesional, para ir dando juntos cada paso".
En términos de vanguardia en el tratamiento de las alergias, el Dr. Bozzola anticipó que ahora se está trabajando para hallar caminos alternativos, fundamentalmente a partir de desarrollos de inmunoterapia, sobre todo para aquellos casos de pacientes que no mejoran su problema en el tiempo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario