lunes, 16 de noviembre de 2015

Quiero disfrutar de la soledad y el silencio


“El Señor, el Dios Santo de Israel dice: Vuelvan, quédense quietos y tranquilos y estarán salvos. En la tranquilidad y la confianza, estará su fuerza” Isaías 30:15
Vivo en mundo de mucho ruido y donde la soledad produce terror para muchos. Sin embargo en el silencio y en la soledad hoy puedo encontrar una riqueza inmensa que puede fortalecer grandemente mi espíritu.
Buscar un tiempo conveniente para la soledad y la meditación recordando que las múltiples misericordias de Dios pueden enriquecer mi alma. Hoy quiero retirarme del ruido mundanal y las conversaciones sin sentido para disfrutar del tiempo suficiente para la reflexión espiritual.
En la historia de la iglesia muchos hombres y mujeres evitaron a veces la compañía de los hombres para disfrutar de la compañía de Dios. Un escritor dijo en una ocasión: “Mientras más paso tiempo con los hombres menos hombre soy… mientras más paso tiempo con Dios más hombre soy”. Hoy quiero tener tiempo con Él.
Ningún hombre aparecerá lleno de seguridad ante el público si no ha aprendido a disfrutar su tiempo de soledad. Ningún hombre hablará con seguridad a menos que haya pasado tiempo hablado a solas con el Señor.
Ningún hombre obedecerá a cabalidad si no ha aprendido a obedecer a Dios en los tiempos de retiro personal. Ningún hombre será fuente de gran regocijo si antes no ha aprendido a regocijarse a solas con la fuente de todo regocijo… El Señor. La seguridad de los malvados radica en su presunción y en su orgullo la cuál termina en su propia decepción, pero la seguridad de los hijos de Dios radica en el tiempo que ellos saben gastar a solas con Él.
Si hoy aprendo a disfrutar de la soledad y el silencio, entonces afinaré mi conciencia y limpiaré mi oído espiritual. Gran paz y tranquilidad llenará mi corazón y mi confianza en Dios se agrandará, porque el tiempo a solas con Él da profundidad y fortaleza.
En el silencio y en la quietud se aprenden las verdades que parecen ocultas en las Escrituras. Y el regocijo de estar con el creador inunda todo el ser. ¿Qué puede usted encontrar en la cámara secreta que no encontrará en otro lugar? Mucho, se encuentra mucho que fortalece la vida y da tono al corazón.
Señor, Hoy quiero aprender de la soledad y el silencio. Ayúdame a apartarme del ruido mundanal y encontrarme contigo en la soledad y el silencio. Amén. SCG

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