miércoles, 27 de enero de 2016

Consejos para evitar malestares estomacales durante el verano


Durante el verano, especialmente cuando estamos de vacaciones, la alimentación se modifica abruptamente y puede generar trastornos digestivos. Tips para alimentarse mejor y disfrutar la estación sin sobresaltos.
Durante el verano, la dieta regular que cada uno suele llevar a lo largo del año, tiende a modificarse. Existen varios factores que inciden en ello: por un lado el aumento de los encuentros sociales y las comidas fuera de casa. Las altas temperaturas inciden también en el apetito y suelen generar mayor intolerancia a determinados tipos de alimentos que se consumen calientes o ricos en calorías por considerarlos “pesados”. 
Pero el cambio más significativo se produce cuando uno va de vacaciones. A los factores ya mencionados hay que agregar la modificación absoluta de la dieta habitual incluso en el resto de la estación, ya que no solamente uno no suele cocinar y come afuera o bien compra comida hecha; sino que además, dependiendo del lugar elegido para el período de descanso, la alimentación típica del destino puede ser muy distinta a lo que estamos acostumbrados. 
“Todos tenemos hábitos alimenticios. Buenos o malos, pero todos los tenemos. No nos damos cuenta al adquirirlos, lo hacemos casi inconscientemente, pero nuestra forma de relacionarnos con la comida se va consolidando en hábito en función de nuestras preferencias y costumbres. En esas decisiones que uno toma de manera automática, ha marginado de la dieta a los alimentos que le producen determinado nivel de rechazo o intolerancia. Y cuando nuestros hábitos alimenticios se ven modificados abruptamente por algún factor exógeno como el irse de vacaciones, puede acarrear malestares a nuestro sistema digestivo” aseguró el Dr. José Tawil (M.N. 77.766), médico gastroenterólogo miembro de la Sociedad Argentina de Gastroenterología. 
El Dr. Tawil, quien se desempeña como especialista en trastornos funcionales gastrointestinales en GEDYT, Gastroenterología Diagnostica y Terapéutica, brinda una serie de consejos simples que todos podemos seguir para preservar la armonía de nuestro sistema digestivo en esta época del año: 

• Beba abundante líquido. 
• Procure evitar una modificación rotunda de los hábitos alimenticios que mantiene durante el resto de esta estación. Permítase incorporar alimentos nuevos, e incluso no dietéticos, pero trate de que su alimentación no sea totalmente diferente durante el período de descanso. 
• Evite excesos en la ingesta de fritos, bebidas alcohólicas, budines, facturas, galletas dulces, frutos secos, gaseosas, café y tabaco; ya que incrementan la formación de productos llamados radicales libres y aldehídos, que son tóxicos para las células de nuestro organismo. 
• Intente incorporar alimentos ricos en vitaminas E (leche, yema, aceites de pescado, aceites vegetales de maíz, semillas de girasol, espinaca, brócoli, cereales y margarinas), C (cítricos, fresas, kiwi, pimientos, coles, rábano, batata, perejil, hígado y riñón) y A (zanahoria, tomate, frutillas, carne y leche), ya que tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. También son fuentes de antioxidantes las nueces, canela, orégano, chocolate negro y té. 
• En caso de no poder cumplir estos requisitos o recomendaciones, se puede consumir algún protector hepático antioxidante por vía oral, como el ácido tióctico, en dosis de 50 mg antes de las comidas principales.

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