El sedentarismo es la falta de actividad física regular, definida como “menos de 30 minutos diarios de ejercicio sistematizado y menos de 3 días a la semana”. La conducta sedentaria es propia de la manera de vivir, consumir y trabajar en las sociedades avanzadas.
Sin embargo, la inactividad física no es simplemente el resultado del modo de vida elegido por una persona. “La falta de acceso a espacios abiertos seguros, a instalaciones deportivas y a terrenos de juegos escolares; así como los escasos conocimientos sobre los beneficios de la actividad física nos lleva al sedentarismo, por lo cual es sumamente importante educar al ciudadano en este tema y explicarle que puede ser difícil, pero no imposible comenzar a moverse”, comenta la Dra. Maricel Cillo, médica cardióloga y deportóloga del Área de Medicina Preventiva de INEBA.
Según la Organización Mundial de la Salud, la inactividad física causa 1,9 millones de muertes prematuras cada año a nivel global. En Argentina, el 55% de la población desarrolla una actividad física baja.
“Desde INEBA instamos a mantener un estilo de vida saludable ya que los efectos del sedentarismo, a lo largo del tiempo, son nocivos para la salud”, explica el Dr. Carlos Reguera, Jefe de Cardiología y del Área de Medicina Preventiva del Instituto, antes de enumerarlos:
• Baja capacidad aeróbica
• Disminución de la fuerza y resistencia muscular
• Falta de flexibilidad
• Descalcificación ósea
• Incremento de la tensión arterial y del peso
• Redistribución de la grasa corporal (subcutánea e infiltrada en el musculo)
• Aumento del colesterol total y otros lípidos
• Glucemia elevada
• Pérdida de masa ósea (sobre todo en mujeres perimenopáusicas)
“La gran mayoría de la población inactiva puede mejorar su salud y bienestar sobre una base de ejercicio físico regular. La actividad física no necesariamente debe ser extenuante para brindar beneficios a nuestra salud. Hay que dejar las excusas de lado y ponerse en movimiento, recordando que la actividad física comienza con la realización de un chequeo médico preventivo al iniciar o retomar una práctica deportiva”, explica el Dr. Reguera.
La promoción de la actividad física también conlleva beneficios sociales derivados de la reducción de costos en atención sanitaria, aumento de la producción y participación en actividades deportivas y recreativas, mejora el rendimiento escolar y hasta favorecería a disminuir el ausentismo laboral.
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