En el marco del Día Mundial de la Actividad Física, que se celebra el 6 de abril, el Dr. Enrique González Naya, médico cardiólogo deportólogo, miembro de la Fundación Cardiológica Argentina, dijo que "es fundamental tener en cuenta que el sedentarismo se ha convertido en una epidemia y la actividad física es su antídoto".
"El Día Mundial de la Actividad Física nos invita, como todos los años, a tomar conciencia acerca de la importancia que tiene realizar ejercicio a diario para mejorar la salud", indicó. El profesional mencionó que "se ha planteado como tema para 2016 que los niños activos de hoy sean los adultos saludables de mañana".
"Ya en el año 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había recomendado que los niños de entre 5 y 17 años tenían que realizar un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física moderada o intensa, entendiéndola a ésta como todos los movimientos que forman parte de la vida diaria, incluyendo los juegos, el ejercicio y las actividades deportivas", expresó.
El Dr. González Naya remarcó que "es importante recordar que se encuentra estipulado que realizar 30 minutos de actividad física de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana, es suficiente para prevenir enfermedades. Estos 30 minutos pueden ser de forma continua o divididos en 3 series de 10 minutos en el mismo día".
La Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE) del año 2012, ha mostrado que menos del 20% de los adolescentes argentinos realiza la actividad física sugerida para su edad. "Sólo el 21% de los varones y el 12% de las mujeres son físicamente activos mientras que uno de cada dos pasa tres o más horas diarias sentado", dijo.
Algo similar ocurre con los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) del año 2013 del Ministerio de Salud de la Nación, al detallar entre los años 2005 y 2013 un incremento en los niveles de obesidad (en 2005, era de 14,6% y, en 2013, de 20,8%) y de sedentarismo (46,2% en 2005 y 55,1% en 2013). "Por eso, desde la Fundación Cardiológica Argentina creemos fundamental recordar cómo afectan el sobrepeso y la obesidad en la salud de los niños y los adolescentes", señaló.
El profesional mencionó que "un índice de masa corporal elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares (hipertensión, infarto agudo de miocardio, accidentes cerebrovasculares, entre otras), la diabetes, los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis y artrosis), los cánceres (del endometrio, de mama y de colon), la depresión y ansiedad, y el aumento de la incidencia de ausencia escolar".
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