sábado, 25 de junio de 2016

Elsa Punset - Hay que entrenar el cerebro como al cuerpo


Bajo el prometedor nombre “El libro de las pequeñas revoluciones. 250 rutinas exprés para mejorar tu día a día”, la filósofa y periodista española Elsa Punset asegura que el cerebro es un músculo más del cuerpo y que, por lo tanto, hay que entrenarlo diariamente de manera positiva para mejorar la calidad de vida. 
En tiempos donde todo tiene que ser rápido, ya, inmediatamente, porque si no pierde interés o estresa al extremo, Punset brinda técnicas rápidas para hacer en cualquier momento y recuperar el eje perdido. 
Punset explicó, a través de ejemplos cotidianos, cómo utilizar los métodos del libro. “Es un libro que se puede leer de arriba hacia abajo, o al revés, o ir al índice y buscar lo que se necesita en el momento o sólo abrir al azar y practicar algunas de las rutinas”. 
“El tema es trabajar las emociones al igual que trabajamos el cuerpo. Nadie en estos tiempos cree que yendo una sola vez al gimnasio obtendrá brazos torneados, o eliminará la panza; lo mismo pasa con el cerebro”, ejemplificó la autora. 
“Todos somos psicólogos natos. El problema radica en que nos enseñaron dos cosas problemáticas: una que la emoción y la razón están enfrentadas; durante muchos siglos la ciencia sostuvo esa teoría y, por lo tanto, lo racional era lo que primaba porque era lo que distinguía a la humanidad por sobre lo demás especies. En cambio lo emocional era lo más animal o 'buenista', un lujo biológico”, resumió Punset. 
“Lo segundo que también se dijo mal y se hizo carnadura es la frase: 'eres lo que eres' -vinculado al tema de la genética-. 'Sos así porque naciste así y no puedes cambiar'. Bueno, tengo malas noticias. Esa frase ya no corre más, ironizó. 
La neurociencia, según sus palabras, comenzó a tener importancia hace unos veinte años, cuando las nuevas tecnologías allanaron el camino a descubrimientos de habilidades que hasta el momento se desconocían. “Hace apenas dos décadas se comenzó a hablar de estudiar el cerebro humano con la neurociencia y ahí nos dimos cuenta de que al cerebro hay que entrenarlo. Entrenar la capacidad para motivarte, para tener alegría o para ser más optimista, todo esto se puede entrenar, lo cual es una llave de libertad y este es uno de los pilares de mi trabajo: el convencer a las personas de que eso de soy como soy no corre más”. 
El libro, editado por Planeta, se divide en 4 bloques: “Lo que pasa por dentro” (Rutinas sólo para mí, para activarme, para conocerme mejor, para descansar); “Cara a cara con las emociones negativas” (rutinas para quererme más, para enfrentar el estrés y la ansiedad, para protegerme de los entornos tóxicos, perder la vergüenza); “Conocer, crecer, vivir” (Mantener una mente objetiva y abierta, para no tener culpa, para ser más fuertes, optimistas); y “El mundo que me rodea” (para mejorar la vida amorosa, familiar, laboral). 
Una de las recomendaciones exprés es la llamada “Prueba del vecino”: “Imagina que en casa están todo peleando y de repente, alguien llama a la puerta... ¡el vecino! Le abrimos la puerta y todos en casa se calman de repente”. ¿Por qué necesitamos que un vecino nos obligue a ejercer el autocontrol que todos llevamos dentro? ¿Eres capaz de comportarte con tu familia durante un día entero como si un vecino estuviese escuchando cada minuto del día? Una vez a la semana sería conveniente realizar el ejercicio. 
Otro de los consejos exprés es armar “Una caja para mimarte” donde, ante una situación de angustia, recurrir y al abrirla ver objetos que brinden un momento de relax. En ella se pueden guardar “chocolates, una película favorita, puzles, cuaderno de notas, velas, poemas, accesorios de belleza, objetos con un valor sentimental, etc.”.
El texto no solo tiene pautas a seguir, sino que de alguna manera es un libro interactivo donde el lector podrá hacer anotaciones, colorear algunas páginas. Es un libro descontracturado con distintos formatos de letras y dibujos para no aburrir al lector. Cada consejo no ocupa más de una doble página. 
Punset rescató la importancia de “volver a mirarse para liberarse de hábitos que no son útiles y aprender otras que ayuden a vivir mejor”. “Hemos dedicado el siglo XX a entrenar el cuerpo, vamos a dedicar el siglo XXI a entrenar el cerebro”, concluyó.

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