miércoles, 21 de septiembre de 2016

La primavera: ¿alegría o depresión?


La llegada de la primavera - la estación de los enamorados - se caracteriza por hermosos días de sol; árboles que comienzan a tener nuevos brotes y se llenan de hojas y flores de colores que dan vida a esta etapa del año. 

Primavera, sinónimo de voluntad y entusiasmo:
Muchas personas consideran que es la mejor estación del año, ya que la asocian con la alegría y el entusiasmo, por lo que aumenta la voluntad y las ganas de comenzar a realizar nuevas actividades para mejorar su calidad de vida:
  • Se alimentan mejor.
  • Hacen más deporte.
  • Salen a caminar.
  • Realizan actividades al aire libre.
En consecuencia, la primavera actúa en muchos sujetos como el motor para tomar medidas frente a los hábitos negativos: 

Trastorno depresivo estacional
En contraposición, existen personas que padecen “Trastorno depresivo estacional” y que, con la llegada de la primavera, aparecen también los síntomas de la depresión:
  • Angustia.
  • Desgano.
  • Falta de interés por las actividades personales.
  • No quieren salir de su casa.
CAUSAS:
Algunos de los posibles factores que intervienen son:
  • Predisposición a la depresión.
  • Días más largos y aumento de la luz solar que va a influir a nivel cerebral.
  • Sentimiento de soledad y vacío, la persona siente que todos están alegres y que ella no puede experimentar las mismas emociones positivas, lo cual genera mayor frustración y agudiza el estado depresivo.
  • Visión negativa de las situaciones del exterior.
CONSEJOS PARA LOGRAR CAMBIOS SALUDABLES:
  • Fijar metas realistas: aquellas que se pueden alcanzar teniendo en cuenta como cada uno funciona. Por ejemplo: si no nos gusta levantarnos temprano, no podemos planificar salir a caminar a las siete de la mañana porque no lo vamos a poder hacer o no vamos a tener continuidad.
  • Decidir tomar las riendas de nuestra vida: lo que pensamos que vamos a realizar tiene que ir acompañado de la acción, para que no quede solamente en un lindo deseo.
  • Pasar a la acción: una vez que decidimos empezar el gimnasio o salir a caminar, tenemos que concretarlo rápidamente para no dar lugar al mal hábito de postergar, “mañana empiezo…”, y nunca sucede.
  • Voluntad: es negativo dejarse llevar por cómo uno se siente, debido a que el estado del ánimo cambia de forma permanente. Todos los días no nos sentimos con el mismo entusiasmo para realizar lo que nos propusimos, por lo tanto, la única forma de arrancar cuando la voluntad esta baja, es mediante la obligación. Cumplir con lo que teníamos que realizar. Una vez que damos el primer paso, nos empezamos a sentir mucho mejor.
  • Sentido: es importante tener siempre presente nuestro objetivo. Por ejemplo, “salimos a caminar porque deseamos bajar de peso y poder usar la ropa que tanto nos gusta”.
  • Hacer, hacer, hacer: todo hábito nuevo se forma por repetición y necesita continuidad en el tiempo para que se pueda incorporar y mantenerse en el tiempo. Lic. Santiago Gómez

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