El
hipertiroidismo es un trastorno hormonal que puede acelerar el metabolismo
corporal, causando alteraciones en el peso, humor, sueño, ritmo cardíaco y
sistema nervioso. Para evitar complicaciones aquí repasamos cuáles son los
síntomas de esta afección y qué alimentos se pueden incorporar en la dieta para
controlarla.
La tiroides
es una glándula endocrina en forma de mariposa ubicada en el cuello, arriba de
la clavícula. Se encarga de controlar el metabolismo, la temperatura corporal y
el procesamiento de las calorías. Si el nivel de las hormonas tiroideas es
anormal, se puede tener problemas para mantener un peso saludable o regular
muchas de las funciones del organismo.
El
hipertiroidismo ocurre cuando la tiroides produce más hormonas tiroideas de las
que el cuerpo necesita, mientras que se denomina hipotiroidismo cuando los
niveles de hormona tiroidea son bajos. El hipertiroidismo puede deberse a
problemas del sistema inmunitario, como la Enfermedad de Graves, nódulos
tiroideos, inflamación de la tiroides o tiroiditis, o exceso de yodo en el
cuerpo.
Entre los
principales síntomas que produce el hipertiroidismo, encontramos: latidos
rápidos o irregulares, pérdida de apetito o peso, palpitaciones, nerviosismo,
irritabilidad, sudoración excesiva, cambios en los patrones menstruales,
fatiga, debilidad general, problemas para dormir, cabello frágil y piel
delgada. Ante la presencia de estos síntomas, deberás consultar a un médico.
Tras realizar
un diagnóstico, el médico puede recetar medicamentos antitiroideos. Los
expertos también coinciden en que ciertos alimentos pueden ayudar a mantener la
tiroides sana:
Grasas saludable
Los
especialistas señalan que una dieta para proteger la salud de la tiroides debe
incluir una variedad de grasa saludable. Para obtenerlas puedes optar por
distintos tipos de aceites, como el de oliva, coco, o linaza, frutas como el
aguacate, o frutos secos, como las nueces, almendras, avellanas o pistachos.
Minerales
Algunos
minerales pueden ayudar a equilibrar la producción tiroidea, como el hierro,
que se encuentra en carnes, semillas, granos enteros y vegetales de hoja verde,
el selenio, que se halla en el arroz, frutos secos, hongos y avena, o la
vitamina D, que podemos obtenerla de cereales fortificados y ciertos pescados,
como el salmón o las sardinas.
Crucíferas
Las
crucíferas se aconsejan para controlar el hipertiroidismo, aunque pueden ser
contraproducentes para el hipotiroidismo. Esto se debe a que a la presencia de
unos compuestos llamados goitrógenos, que interfieren en la producción de
hormonas tiroideas. Entre las crucíferas se halla el brócoli, la col, coles de
Bruselas, rábanos, y coliflor, entre otros.
Evita el yodo
Los
investigadores advierten que la tiroides aprovecha el yodo para producir
hormonas tiroideas, por ello, resulta fundamental reducirlo de la dieta. En
general puedes lograrlo incluyendo mucho jugo de fruta, infusiones y aceites
saludables al momento de cocinar. Si consumes sal, procura que sea baja en
yodo, y reduce el consumo de pescado y yemas de huevo.
Otras precauciones
Otros
alimentos que pueden resultar perjudiciales si sufres hipertiroidismo son: los
productos lácteos, yemas de huevo, mariscos, productos de soja, y el exceso de
cafeína, especialmente proveniente de refrescos, café y bebidas energizantes.
No olvides revisarte
Todos deben
examinar el funcionamiento de la tiroides cada cinco años, a partir de los 35
años, según recomienda la Asociación Estadounidense de la Tiroides. Sin
embargo, existen grupos más vulnerables, como las mujeres mayores de 60 años,
que pueden necesitar exámenes con mayor regularidad. HD
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