Un nuevo estudio de la Universidad Carnegie Mellon y de la Universidad Bocconi revela un interesante patrón de comunicación
que diferencia a los géneros: los hombres son menos propensos
a compartir información negativa que las mujeres, y este conocimiento les
genera menos ansiedad.
Los autores del trabajo, que publica el Journal of Experimental Social Psychology, sugieren que esto puede deberse a una mayor
preocupación masculina por las consecuencias de la exposición pública.
Esto podría resultar en ‘una tendencia a autopromocionarse compartiendo
información positiva sobre ellos mismos y no revelando sus experiencias
negativas a otros’.
La doctora Erin Carbone, profesora asistente en Carnegie Mellon y autora principal del
estudio, dijo: “Estos hallazgos pueden ayudar a aclarar algunos estereotipos
existentes en torno a las diferencias de género en lo que respecta a la forma
de circular y diseminar información”.
La mayor parte de las investigaciones existentes sobre
las diferencias de género y el intercambio de información son anteriores a
Internet. Este nuevo estudio arroja luz sobre la forma en la que se comparte información relevante, así como las consecuencias de compartirla, en la era digital.
Para el análisis se trabajó con más de 1.000
participantes a los que se expuso a diferentes situaciones en las que se debía
compartir distintas informaciones, de diferentes maneras, y se calificaba la
respuesta con un número.
En general, aunque hombres y mujeres generaron números
similares de casos en los que quisieron compartir información positiva (por
ejemplo, sobre un ascenso en el trabajo), los hombres fueron mucho menos
propensos a informar que querían compartir información negativa (por ejemplo,
no recibir un ascenso).
Dos estudios adicionales permitieron al equipo
cuantificar el deseo de revelar y agregar el deseo de los participantes, así
como su propensión a revelar información positiva o negativa sobre diferentes
temas y experiencias.
El estudio también “encontró que las mujeres
reportaron una mayor satisfacción que los hombres con su propio nivel de
revelación, mientras que la mayoría de los participantes masculinos reportaron
una mayor propensión a retener información sobre sus pensamientos y
sentimientos incluso cuando podría haber sido mejor compartirla con otros”.
“La divulgación es cada vez más frecuente y permanente
en la era digital. La llegada de las redes sociales y los canales de
comunicación digitales ha permitido niveles sin precedentes de intercambio de
información, lo que va acompañado de una serie de consecuencias sociales y
psicológicas”, dijo la profesora Irene Scopelliti, una de las autores del
estudio.
Agregó que: “Nuestros
resultados muestran que el género sigue siendo una línea divisoria
importante cuando se trata del deseo y la propensión a revelar información
negativa, y las consecuencias en cuanto a la decisión sobre la información en
comparación con las mujeres”.
Por
qué este estudio es relevante
Expertos aseguran que conocer las diferencias en la
forma de comunicarse entre hombres y mujeres puede ser útil tanto en el
desarrollo de habilidades en terapias individuales como en consultorías de
pareja.
Entre las diferencias en comunicación que hay que
tener en cuenta, dicen expertos, para poder trabajar terapéuticamente en base a
ellas y resolverlas de manera eficiente, pueden surgir: focos distintos (la
mujer se enfoca en las relaciones mientras que los hombres lo hacen en las
tareas); las suposiciones incorrectas producto de ‘informar demasiado o no
informar lo suficiente’, y las percepciones diferentes frente la misma
información. HD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario