La
presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es un problema de
salud crítico que puede provocar problemas cardíacos y cardiovasculares graves
si no se trata. Este problema de salud afecta a 1.300 millones de personas
en todo el mundo y mata aproximadamente a 10 millones de personas cada
año. Aunque a menudo se recomiendan medicamentos y cambios en el estilo
de vida para controlar la presión arterial, se cree que los remedios naturales
como el té negro y verde también son eficaces. Múltiples estudios han sugerido
que beber té puede ayudar a reducir la presión arterial. Entonces, ¿por qué no
incorporarlo a tu rutina diaria y disfrutar de los múltiples beneficios que
ofrece para tu salud cardiovascular? Este artículo analizará algunos de los
mejores tés que pueden ayudar a controlar la presión arterial alta.
1. Té
de hibisco
El té
de hibisco, con su llamativo tono rojo y un sabor agradablemente picante y
ligeramente ácido, se prepara con pétalos de flores de hibisco secos. Repleto
de compuestos beneficiosos como antocianinas y polifenoles, se cree que tiene
efectos vasodilatadores, reduciendo potencialmente los niveles de presión
arterial sistólica y diastólica. En particular, un estudio de 2019 destaca el
consumo regular de té de hibisco como un medio eficaz para reducir la presión
arterial, estableciendo su estatus como un remedio natural favorito para la
hipertensión. El té de hibisco no contiene cafeína. Si bien en general se cree
que es seguro, un estudio de 2013 sugiere la posibilidad de daño hepático en
dosis grandes.
2. Té
verde
El té
verde se ha convertido en una bebida popular en todo el mundo debido a sus
numerosos beneficios para la salud. El galato de epigalocatequina (EGCG) es uno
de los compuestos bioactivos que se encuentran en este té, que se ha asociado
con una variedad de beneficios para la salud, incluida la reducción de la
presión arterial. Los resultados de un estudio realizado en el suroeste de
China en 2023, en el que participaron más de 76.000 personas, revelan que el
consumo de té verde está asociado con una disminución de la presión arterial
sistólica, independientemente de su cantidad o duración. Además, un metanálisis
de 13 ensayos realizado en 2013 encontró que beber té verde reducía
significativamente la presión arterial sistólica y la presión arterial
diastólica. Se dice que es seguro beber té verde hasta ocho tazas al día.
Durante el embarazo y la lactancia, se debe evitar o consumir el té verde con precaución.
Limita tu consumo a seis tazas o menos por día (no más de 200 mg de cafeína).
3. Té
negro
Se ha
demostrado que el té negro tiene un efecto positivo en la reducción de los
niveles de presión arterial. Además, el té negro puede ofrecer protección
cardiovascular adicional. Los resultados de un exhaustivo estudio sueco que
rastrea el bienestar de 74.961 personas durante 10,2 años indican que el
consumo de cuatro o más tazas de té negro al día está relacionado con una menor
probabilidad de sufrir un derrame cerebral. El té negro también contiene
cafeína. Para mantenerte por debajo de un nivel seguro de cafeína, limita tu
consumo diario de té negro a ocho tazas o menos.
4. Té
de hojas de olivo
El té
de hojas de olivo tiene un sabor suave a hierbas y se prepara a partir de las
hojas del olivo. Contiene compuestos como la oleuropeína y el hidroxitirosol,
que pueden ayudar a regular la presión arterial relajando los vasos sanguíneos.
Según un estudio reciente, los participantes que consumieron té de hojas de
olivo dos veces al día durante 28 semanas experimentaron reducciones
significativas en su presión arterial sistólica y diastólica dentro de las 4
semanas posteriores a remojar 5 gramos de hojas secas molidas en 250 mililitros
de agua tibia durante 28 semanas. También vale la pena señalar que una parte
significativa de los sujetos del estudio, específicamente personas a las que se
les había diagnosticado diabetes tipo 2 y prehipertensión, lograron alcanzar
niveles saludables de presión arterial.
5. Té
de manzanilla
Las
cualidades suaves y calmantes del té de manzanilla le han ganado la reputación
de promover la relajación y reducir el estrés, lo que potencialmente conduce a
una mejora de la presión arterial. Su composición cuenta con diversos
compuestos beneficiosos, como flavonoides, terpenoides y cumarinas,
responsables de sus beneficios terapéuticos. Los hallazgos de un estudio de
2020 sugieren que este té puede ser beneficioso en una variedad de áreas que
incluyen antiinflamación, antioxidante, protección del hígado, posibles efectos
anticancerígenos y regulación de la presión arterial.
6. Té
de bayas de espino
El té
de bayas de espino, preparado a partir de los frutos del árbol de espino, tiene
un sabor sutilmente dulce y picante. El té de espino se ha utilizado durante
mucho tiempo para favorecer la salud del corazón, ya que puede ayudar a
ensanchar los vasos sanguíneos, mejorar la circulación sanguínea y reducir la
presión arterial.
Una
revisión de cuatro ensayos controlados aleatorios encontró que las
preparaciones de espino (tabletas o gotas líquidas) fueron significativamente
efectivas para reducir la presión arterial en personas con hipertensión leve
(prehipertensión o hipertensión en etapa 1) cuando se tomaron durante al menos
doce semanas. Los ensayos no probaron específicamente el té de espino,
pero vale la pena señalar que muchos de los compuestos beneficiosos que se
encuentran en el té también pueden contribuir a estos efectos. JQR
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