Ofrecemos estos
breves puntos con la intención de que puedan servir para la meditación
individual o comunitaria. Son tomados de las lecturas y de las oraciones de la
misa del domingo 23 de noviembre de
2025.
Se dividen en tres
partes: lo que Dios nos dice (con un comentario que nos puede ayudar a
comprender el Evangelio); lo que nosotros podemos decirle a Él como respuesta;
y de qué modo podemos llevarlo a la vida cotidiana. Dios quiera que ayuden a
muchos a dedicarle, cada domingo, un tiempo especial a Dios, nuestro Señor.
Dios nos habla
•
“Después de que Jesús fue crucificado, el pueblo permanecía
allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: «Ha salvado a otros: ¡que se
salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!» También los soldados se
burlaban de Él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían: «Si eres el
rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!» Sobre su cabeza había una inscripción:
«Éste es el rey de los judíos». Uno de los malhechores crucificados lo
insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
Pero el otro lo increpaba, diciéndole: «¿No tienes temor de Dios, tú que sufres
la misma pena que Él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras
culpas, pero Él no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando
vengas a establecer tu Reino». Él le respondió: «Yo te aseguro que hoy estarás
conmigo en el Paraíso»” (Lc 23, 35-43).
•
“Hermanos: Darán gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho
dignos de participar de la herencia luminosa de los santos. Porque Él nos libró
del poder de las tinieblas y nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy
querido, en quien tenemos la redención y el perdón de los pecados” (Col 1,12).
Reflexión
“Señor, acuérdate
de mí cuando llegues a tu reino. No tuvo la audacia de decir: Acuérdate
de mí cuando llegues a tu reino antes de haber depuesto por la confesión la
carga de sus pecados. ¿Te das cuenta de lo importante que es la confesión? Se
confesó y abrió el paraíso. Se confesó y le entró tal confianza que, de ladrón,
pasó a pedir el reino. ¿Ves cuántos beneficios nos reporta la cruz? ¿Pides el
reino? Y, ¿qué es lo que ves que te lo sugiera? Ante ti tienes los clavos y la
cruz. Sí, pero esa misma cruz —dice— es el símbolo del reino. Por eso lo llamo
rey, porque lo veo crucificado: ya que es propio de un rey morir por sus
súbditos. Lo dijo él mismo: El buen pastor da la vida por las ovejas: luego
el buen rey da la vida por sus súbditos. Y como quiera que realmente dio su
vida, por eso lo llamo rey: Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”
(San Juan Crisóstomo, Homilía sobre la cruz y el ladrón (1,
3-4).
Nosotros le hablamos
•
“Dios todopoderoso y eterno, que quisiste restaurar todas las
cosas por tu amado Hijo, Rey del universo, te pedimos que la creación entera,
liberada de la esclavitud del pecado, te sirva y te alabe eternamente. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos” (Oración Colecta).
Nuestra vida cambia
•
¿Dios reina en mi corazón?
•
¿Cómo puedo contribuir para que reine en los demás?
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