Josafat Kunsevich, Santo
Obispo y Mártir, 12 de Noviembre
Martirologio Romano: Memoria de la pasión de san Josafat (Juan) Kunsevich, obispo de Polock y mártir, que animó con constante celo a su grey a la unidad católica, cultivó con amorosa devoción el rito eslavo-bizantino y, en Vítebsk en Bielorrusia, en aquel tiempo bajo la jurisdicción polaca, cruelmente asaltado por una multitud de personas adversaria a él, murió por la unidad de la Iglesia y por la verdad católica († 1623).
Fecha de beatificación: 16 de mayo de 1643 por el Papa Urbano VIII.
Fecha de canonización: 29 de junio de 1867 por el S.S. Pío IX.
San Josafat Kunsevich (1580-1623) nació en Wolodymyr in Volynia, en Ucrania, en el seno de una familia rutena de cristianos ortodoxos.
Siendo muchacho, San Josafat fue enviado por su padre a que aprendiera el oficio de comerciante, y así fue como entró en calidad de aprendiz en un establecimiento de la ciudad de Vilna, capital de la actual Lituania. Al poco tiempo, sin embargo, el joven Kunsevich se dio cuenta de que eso no era para él, pues se pasaba todo el tiempo leyendo vidas de santos y otras obras piadosas. Finalmente renunció, decidió convertirse en monje.
Se acercó entonces al monasterio de la Santísima Trinidad en Vilna, que seguía la regla de San Basilio, y ahí adoptó el nombre Josafat. En aquella época, Lituania estaba gobernada por el rey Segismundo III de Polonia, país tradicionalmente católico, pero mucha de la población rutena seguía la tradición rusa, que era cristina ortodoxa. Existía también una vertiente que propugnaba por una unión entre la Iglesia griega y la Iglesia latina, y esta fue la postura que defendió San Josafat Kunsevich. En el monasterio basiliano, San Josafat fue monje, prior y abad, y finalmente en 1618 llegó a ser arzobispo de Polock, la actual Polazk, en Bielorrusia. Con este cargo, emprendió una serie de reformas a las costumbres monásticas de la región, y logró un gran número de conversiones entre la gente.
A pesar de la buena voluntad de San Josafat, había mucha gente contraria a sus ideas. Y durante un periodo de turbulencias políticas, en el transcurso de una visita pastoral a Vítebsk, en la actual Bielorrusia, fue asesinado con armas blancas por un grupo de fanáticos ortodoxos que arrojaron su cadáver al río Duna.
En 1867, San Josafat Kunsevich fue canonizado por el papa Pío IX. Se le recuerda como símbolo doliente de la lucha entre cristianos ortodoxos y unionistas afines a Roma.
San Josafat Kunsevich nos enseña que la lucha por la paz con frecuencia despierta enemistades.
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