martes, 19 de julio de 2022

Mitos alrededor del cáncer…

El cáncer es un conjunto de enfermedades que se pueden originar en casi cualquier órgano o tejido del cuerpo. Se caracteriza por el crecimiento anormal y de forma descontrolada de las células, y es la segunda causa de muerte en el mundo. A pesar de su incidencia en la población, existen ciertas ideas sobre sus causas, desarrollo, y tratamientos que son erróneas desde un punto de vista científico. Aquí los principales mitos y verdades alrededor del cáncer. 
Mito 1: El cáncer es una sola enfermedad 
Verdad: Este es una creencia muy común, pero no por ello cierta. Para entender el por qué, debemos saber que nuestro cuerpo renueva constantemente sus células para reemplazar a las que envejecen o mueren. 
En algunos casos, este proceso se ve afectado y se producen células ‘inmortales’ que se acumulan en los tejidos dando lugar a la aparición de tumores. Estos pueden ser benignos (no son cáncer) o malignos. En este último caso las células dañadas pueden extenderse por el cuerpo e invadir otros tejidos, fenómeno que se conoce como metástasis. Por ello, al cáncer no se lo considera una sola enfermedad, sino un gran número que se caracterizan por el desarrollo de células anormales que se dividen sin control. 
Mito 2: No se puede detectar el cáncer porque no causa síntomas 
Verdad: Esto es falso. Dependiendo su localización, el cáncer puede provocar ciertas señales o síntomas: 
·        Cansancio o fatiga. 
·        Ronquera o tos crónica. 
·        Pérdida de peso involuntaria. 
·        Problemas en la vejiga. 
·        Bultos anormales. 
·        Problemas para respirar o tragar. 
·        Cambios en la piel. 
·        Mala cicatrización. 
·        Sangrado. 
·        Cambios en la lengua y la boca. 
En caso de que no se presenten estas señales (que no necesariamente indican cáncer) ten en cuenta que los chequeos médicos regulares pueden ayudar a identificar cualquier problema. 
Mito 3: El cáncer es contagioso 
Verdad: Esta es una creencia errónea pero muy difundida. El cáncer no es contagioso, ya que alguien con cáncer no puede propagarlo a otros. Si existen enfermedades de transmisión sexual, como el virus del papiloma humano (VPH) o la hepatitis B y C, que pueden causar cáncer en el cuello uterino y el hígado. Sin embargo, en estos casos es un agente infeccioso el que causa el cáncer. 
Mito 4: El cáncer es hereditario 
Verdad: Aunque algunos tipos de cáncer se transmiten genéticamente a través de las familias (se estima que entre 3-10%), son la minoría de los casos. Los expertos explican que generalmente los cánceres no están claramente relacionados con los genes que heredamos, sino que la mayoría de los casos se deben a la acumulación de mutaciones que los genes sufren con el tiempo. 
Mito 5: El cáncer siempre es terminal 
Verdad: No, el cáncer no es una ‘sentencia de muerte’ como muchas veces se lo consideró. A medida que las investigaciones a su alrededor avanzan, los expertos desarrollan mejores tratamientos, aumentando las tasas de recuperación. Esto puede apreciarse, por ejemplo, en publicaciones como la de la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS), que señala que la tasa de mortalidad por cáncer para hombres y mujeres cayó 32% desde su punto máximo en 1991 en EEUU. 
Mito 6: Los celulares, líneas eléctricas, edulcorantes o tintes para el cabello causan cáncer 
Verdad: Es común que se asocien ciertos hábitos o consumos a una mayor incidencia de cáncer, por ejemplo, los teléfonos celulares o líneas eléctricas (por la exposición a la radiación) o el consumo de edulcorantes artificiales y el uso de tintes para el cabello (por la presencia de ciertos químicos). Sin embargo, los expertos señalan que, hasta la fecha, no existe evidencia científica significativa que indique que estos factores son responsables del cáncer. 
Mito 7: No existe una cura para el cáncer 
Verdad: Afortunadamente, esto es un mito, ya que, a medida que la ciencia médica profundiza en los mecanismos detrás del cáncer, los tratamientos se vuelven cada vez más efectivos. Por ejemplo, algunos tipos de cáncer, como el testicular y de tiroides, tienen una tasa de curación del 60%. Con tasa de curación se hace referencia a que los pacientes con cáncer tienen la misma esperanza de vida que la población general. Otros tipos de cáncer con tasas de curación de alrededor de 50% son el de vejiga, próstata o mama. Desafortunadamente, no todos los cánceres pueden curarse por completo. 
Mito 8: El cáncer siempre reaparece 
Verdad: Los diferentes tipos de cáncer tienen diferentes capacidades para curarse y diferentes marcos de tiempo durante los cuales normalmente pueden reaparecer. Esto hace que sea muy difícil para los pacientes saber cuándo están realmente ‘curados’ o cuándo todavía tienen un alto riesgo de recurrencia. Sin embargo, los expertos aseguran que los tratamientos mejoran continuamente, por lo que el riesgo de reaparición tiende a disminuir significativamente. 
Mito 9: El cáncer no se puede prevenir 
Verdad: Si bien no se pueden prevenir todos los tipos de cáncer, existen hábitos que pueden ayudar a reducir su riesgo: 
·        Mantener una dieta sana, que incluya frutas, vegetales, legumbres y cereales. 
·        Mantener un peso saludable. 
·        Limitar la ingesta de productos ultraprocesados, carnes asadas y bebidas alcohólicas. 
·        No fumar.  
·        Hacer actividad física regularmente. 
También es muy importante realizar exámenes regulares para varios tipos de cáncer, como el de piel, colon, cuello uterino o mama, ya que esto puede aumentar las probabilidades de descubrir el cáncer a tiempo, cuando los tratamientos tienen más probabilidades de ser exitoso. 
Mito 10: Existen productos naturales que pueden curar el cáncer 
Verdad: Históricamente se han difundido (últimamente a través de Internet) infinidad de productos o remedios naturales que aseguran ser efectivos para curar el cáncer. Los expertos afirman que esto no es más que publicidad engañosa. Ciertas terapias alternativas, como la acupuntura, meditación o yoga, o hierbas, como la kava kava o hierba de San Juan, parecen ser de ayuda para el estrés psicológico asociado al cáncer y para algunos de los efectos secundarios vinculados a sus tratamiento, pero lejos se encuentran de curarlo. HD

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