Saber cómo
limpiar una herida paso a paso es importante para prevenir posibles
infecciones. Por ello, debemos saber qué errores no podemos cometer, como
utilizar materiales que puedan dejar restos en la lesión.
Las pequeñas cicatrices que
van marcando nuestra piel a lo largo de los años son el recuerdo de heridas
pasadas. Sufrir este tipo de lesiones es de lo más habitual. Nadie se libra de
ellas de vez en cuando, sobre todo los más pequeños, que tienen menos control
del equilibrio y se caen o se dan golpes con mayor facilidad. No obstante, a
pesar de lo común que resulta un rasguño o un corte, pueden surgirnos dudas
sobre cómo hay que curarlos correctamente.
Tamara Domingo, enfermera
pediátrica del Consejo General de Enfermería, explica cómo atender una herida
paso a paso y qué errores no debemos cometer. Domingo detalla que, en
primer lugar, debemos lavarnos las manos con agua y jabón o con gel
hidroalcohólico para proceder a la limpieza de la herida. Para ello, utilizamos
suero fisiológico o, en su defecto, agua del grifo. A continuación, “podemos
aplicar cualquier antiséptico. En estos casos, los más usados serían del tipo
clorhexidina acuosa”, subraya la experta. Tras la correcta higiene, tapamos la
herida, que debe estar seca, con un apósito.
En cuanto a los errores en los
que no debemos caer, la enfermera señala que, en el cuidado de la lesión, no es
conveniente usar algodón ni cualquier otro material que pueda dejar restos en
la misma. Asimismo, recuerda que no podemos arrancarnos las costras generadas
ni utilizar antisépticos en desuso.
Por otra parte, Domingo
advierte que ante cualquier signo de infección, como enrojecimiento, dolor
intenso o fiebre, es importante que consultemos con un profesional
sanitario.
Los cinco hábitos higiénicos más importantes
Además del correcto cuidado de
las heridas, el plan educativo de CuídatePlus de este año ha contado con
Guadalupe Fontán, también enfermera del Consejo General de Enfermería, quien ha
explicado cuáles son los cinco hábitos higiénicos que debemos mantener a
diario.
Lavado de manos. Como ya se
ha comentado, este se debe realizar con agua y jabón o con una solución
hidroalcohólica. Lo tenemos que hacer varias veces al día. Recordemos que
muchas de las infecciones se producen a través de las manos.
Higiene bucal. Debemos lavarnos los dientes
al menos tres veces al día. En este punto, hay que tener presente que no solo
hay que usar el cepillo de dientes, pues la seda dental también ocupa un papel
relevante en el cuidado de nuestra boca.
Aseo personal. Fontán subraya que cuando nos
duchamos no basta con el agua. La grasa que se acumula en la piel la eliminamos
gracias al jabón. La experta también comenta que hay que secar muy bien todo
nuestro cuerpo para que no se produzcan alteraciones como picor o escozor por
la aparición de hongos o por un exceso de humedad.
Cambio de ropa. Tal y como afirma la experta,
la sensación de bienestar de la persona aumenta cuando nuestra ropa, sobre todo
la interior, está limpia.
Cuidados del pelo, oídos y uñas. Se tratan de zonas corporales
a las que debemos prestar especial atención.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario