Texto
del Evangelio (Jn 15,9-17): En
aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Como el Padre me amó, yo
también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis
mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de
mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en
vosotros, y vuestro gozo sea colmado.
»Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a
los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por
sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo
ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he
llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os
he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de
modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os
mando es que os améis los unos a los otros».
Comentario del Evangelio
Hoy, poco antes de su Ascensión, Jesús nos previene de
la tristeza: quiere que seamos felices permaneciendo unidos a Dios. El día de
la Ascensión al cielo, Jesucristo no se irá lejos, como si estuviera en otro
planeta. Seguirá entre nosotros. Su Cuerpo, que murió y resucitó, ahora está
divinizado…
—La Humanidad de Jesús ha experimentado un ‘salto de
calidad’: vive plenamente como Dios. ¡Nuestra felicidad es total! —Jesús,
puesto que estás en el cielo, sé que estás siempre a mi lado… ¡y dentro de mí!
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