Las mujeres mayores que
caminan 4.000 pasos diarios 1 o 2 veces por semana tienen un 26% menos de
riesgo de muerte (un 40% si son 3 días) y un 27% menos de padecer enfermedades cardiovasculares,
en comparación con las que no alcanzan este número de pasos ningún día.
Es la principal conclusión de
un estudio realizado por investigadores del Mass General Brigham (una red de
médicos y hospitales sin ánimo de lucro de Boston, Estados Unidos), que
puntualiza que éste es el número de pasos (4.000), y no el número de días, lo
que beneficia a la salud cardiovascular de las mujeres. Los detalles de la
investigación se han publicado el 22-10 en ‘The British Journal of Sports
Medicine’.
Examen a 13.500 mujeres de
edad media de 71 años
Realizar actividad física a lo
largo de la vida es importante para mejorar la esperanza de vida saludable pero
no está del todo claro cuánto ejercicio hay que hacer a medida que envejecemos
para conseguir resultados.
Tomando los paseos como
actividad física, los autores quisieron determinar cuántos pasos son necesarios
para obtener beneficios apreciables para la salud y, para eso, examinaron a
13.547 mujeres mayores con una edad media de 71 años, en las que compararon el
número de pasos que daban en una semana con las tasas de mortalidad y
enfermedad cardiovascular.
Las mujeres llevaron
rastreadores de actividad entre 2011 y 2015 durante una semana seguida; todas
ellas estaban sanas al comenzar el estudio. A finales de 2024, tras 11 años de
seguimiento, murieron 1.765 mujeres (13%) y 781 (5%) desarrollaron enfermedad
cardiovascular.
Durante el estudio, las
participantes fueron ordenadas según la cantidad de días a la semana en los que
alcanzaron umbrales de pasos de 4.000, 5.000, 6.000 o 7.000. Las que lograron
4.000 pasos 1 o 2 días a la semana tuvieron un 26% menos de riesgo de
mortalidad y un 27% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación
con las que no hicieron 4.000 pasos ningún día. Además, alcanzar 4.000 pasos 3
o más días a la semana redujo aún más el riesgo de mortalidad, al 40%.
En las mujeres que alcanzaron
los umbrales de pasos más altos, el riesgo de enfermedad cardiovascular se
estabilizó. No obstante, dado que es un estudio observacional, los autores
avisan de que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre causa y efecto.
También apuntan que solo evaluaron la actividad física de las participantes
durante una semana y que carecían de información sobre patrones dietéticos.
La importancia de un mínimo de
actividad física
Sin embargo, subrayan que los
resultados mostraron que realizar una cantidad igual o mayor que 4.000 pasos
diarios se relacionó con menos mortalidad, y que no hay un ‘mejor’ o ‘más
adecuado’ patrón para dar pasos (al menos entre las mujeres mayores).
En próximas investigaciones
los autores quieren explorar si estos efectos se mantienen en poblaciones más
allá de las mujeres mayores, americanas y en su mayoría blancas.
“Espero que nuestros hallazgos
animen a incluir métricas de conteo de pasos en las directrices de actividad
física, incluidas las próximas Directrices de Actividad Física de EE.UU. de
2028”, afirmó la autora principal del estudio, Dra. Rikuta Hamaya, del
Departamento de Medicina de Mass General Brigham.
“Si podemos promover dar al
menos 4.000 pasos una vez por semana en mujeres mayores, podríamos reducir la
mortalidad y el riesgo de enfermedades cardiovasculares en todo el país”,
subrayó.
“En países como los Estados
Unidos, los avances tecnológicos han hecho que no nos movamos mucho, y los
individuos mayores son de los menos activos”, lamenta la coautora principal
Dra. Min Lee, epidemióloga del Mass General Brigham.
“Dado el bajo número de pasos
de hoy, es cada vez más importante determinar la cantidad mínima de actividad
física requerida para mejorar los resultados de salud, para que podamos ofrecer
metas realistas y factibles para el público”, concluyó la doctora. BP
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