martes, 11 de noviembre de 2025

Retener las ganas de orinar: ¿Un hábito que puede favorecer la incontinencia urinaria?...

Retener las ganas de orinar es un hábito más común de lo que parece. Muchas personas, ya sea por comodidad, falta de tiempo o simplemente por no tener un baño cercano, optan por «aguantar» cuando sienten la necesidad de ir al baño. Sin embargo, esta práctica aparentemente inofensiva puede tener consecuencias negativas para la salud del sistema urinario, incluyendo el aumento del riesgo de desarrollar incontinencia urinaria.
¿Qué es la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Puede manifestarse de diferentes formas, desde pequeñas fugas al toser o reír, hasta la incapacidad total de retener la orina. Este problema afecta a personas de todas las edades, aunque es más común en mujeres y en personas mayores.
¿Cómo afecta retener la orina al sistema urinario?
El acto de retener la orina de forma frecuente puede tener varios efectos negativos en el sistema urinario:
·        Debilitamiento de los músculos pélvicos. La vejiga es un músculo que se expande y contrae para almacenar y expulsar la orina. Si se fuerza a retener grandes cantidades de orina de manera constante, los músculos del suelo pélvico y el esfínter uretral pueden debilitarse, lo que dificulta el control voluntario de la orina.
·        Sobreestiramiento de la vejiga. Al mantener la vejiga llena por largos periodos, sus paredes pueden estirarse excesivamente, reduciendo su capacidad para contraerse adecuadamente y vaciarse por completo. Esto puede llevar a una sensación de urgencia o a fugas accidentales.
·        Aumento del riesgo de infecciones urinarias. Al no vaciar la vejiga con regularidad, las bacterias tienen más tiempo para multiplicarse, aumentando el riesgo de infecciones del tracto urinario (ITU).
·        Impacto en los nervios de la vejiga. Retener la orina con frecuencia puede interferir con las señales nerviosas que indican la necesidad de orinar, causando problemas para reconocer cuándo es el momento adecuado de ir al baño.
Relación entre la retención de orina y la incontinencia urinaria
El debilitamiento de los músculos pélvicos y la pérdida de elasticidad de la vejiga pueden conducir a diferentes tipos de incontinencia urinaria:
·        Incontinencia de esfuerzo. Se produce al toser, reír, estornudar o realizar actividades físicas que aumentan la presión abdominal.
·        Incontinencia de urgencia. Una necesidad repentina e intensa de orinar, a menudo sin tiempo suficiente para llegar al baño.
·        Incontinencia mixta. Una combinación de los tipos anteriores.
Consejos para mantener una vejiga saludable
1. No ignores las señales de tu cuerpo. Acude al baño cuando sientas la necesidad de orinar, en lugar de aguantar hasta el último momento.
2. Establece un horario regular. Orina cada 3 a 4 horas, incluso si no sientes una necesidad urgente.
3. Fortalece el suelo pélvico. Realiza ejercicios de Kegel para mejorar el control de los músculos pélvicos.
4. Mantente hidratado. Beber suficiente agua ayuda a mantener el sistema urinario saludable y reduce el riesgo de infecciones
5. Consulta a un profesional de la salud. Si experimentas síntomas de incontinencia, es importante hablar con un médico o un especialista en urología.
Conclusión
Retener las ganas de orinar no solo puede ser incómodo, sino también perjudicial para la salud urinaria. Aunque hacerlo ocasionalmente no suele causar problemas graves, convertirlo en un hábito puede llevar al debilitamiento de los músculos pélvicos, afectar la función de la vejiga y favorecer la aparición de incontinencia urinaria. Cuidar de la salud del sistema urinario implica escuchar al cuerpo y adoptar hábitos que promuevan el buen funcionamiento de la vejiga.
¿Tienes dudas sobre cómo cuidar tu salud urinaria? ¡Consulta con un profesional para recibir orientación personalizada y prevenir problemas a largo plazo! BP

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