Estamos caminando y, de repente,
un 'tirón' no nos deja continuar. Mientras dormimos, nos despertamos por un
'latigazo' en la pierna. Los calambres son contracciones musculares
involuntarias que pueden deberse a diferentes motivos. Lo bueno es que existen remedios
o técnicas para que no modifiquen tu vida cotidiana y, sobre todo, no te
duelan
¿Por qué se producen los calambres?
Son muchas las causas por las
cuales una persona puede sufrir un calambre que, como decíamos antes, es un
movimiento del músculo que no podemos controlar. Las más frecuentes son:
- Pérdida en exceso de líquidos o sales minerales
en ese miembro.
- Falta de irrigación sanguínea en la zona por
insuficiencia de oxígeno.
- Esfuerzos prolongados.
- Acumulación de ácido láctico (frecuente en los
deportistas).
- Movimientos bruscos, repentinos o fuertes con
los músculos en frío.
- Contacto con agua fría de forma brusca.
- Alcoholismo.
- Sobrepeso.
- Ingesta de ciertos medicamentos.
- Insuficiencia renal.
- Fatiga muscular.
- Embarazo.
- Problemas metabólicos.
- Deficiencias en los niveles de calcio y
magnesio en el cuerpo.
- Falta de vitaminas.
- Postura inadecuada al dormir.
- Posición incorrecta para trabajar o estudiar.
- Tensión emocional o ansiedad.
- Poco movimiento de los músculos.
En el caso de un calambre estomacal, aparece
porque la sangre se 'va' directa a esa zona para poder hacer la digestión. Si
en vez de quedarnos tranquilos empezamos a andar de aquí para allá, hacemos
deporte o nos metemos en la piscina, el estómago se resentirá y, como
consecuencia, causará esos espasmos.
Otro de los lugares críticos
para los calambres son las manos y las muñecas, debido a problemas en la
circulación de la sangre o al llamado 'síndrome del túnel carpiano' que afecta
a las personas que usan demasiado el teclado o el ratón.
La zona típica donde aparecen
los calambres son las piernas y en ese caso se deben a todas las causas
nombradas anteriormente.
Los síntomas de los calambres
son dos, muy bien diferenciados. El primero es dolor local en el área afectada
y el segundo es una sensación de 'tirón' o 'latigazo', que posteriormente se
convierte en hormigueo.
Calambres por falta de nutrientes
Se originan porque existe un
desequilibrio electrolítico que puede deberse su pérdida excesiva, por ejemplo
en la sudoración, o porque faltan determinadas vitaminas que fortalecen y
mantienen la estructura muscular en condiciones.
Los principales minerales
involucrados en el desarrollo de un calambre son: sodio, magnesio, calcio y
potasio.
Falta de potasio. Cuando existe una hipopotasemia o hipokalemia, se
produce una contracción involuntaria de los músculos y aquí se presentan los
dolorosos calambres. Las alteraciones en los potenciales eléctricos de membrana
no logran establecer un equilibrio adecuado para determinar el reposo o la
acción.
Falta de calcio. El calcio interviene en la transmisión del impulso nervioso que
posteriormente produce la contracción muscular, por eso, un déficit de éste
mineral puede causar la ausencia de relajación del músculo y producir un
calambre.
Falta de sodio. El sodio participa en la determinación de los
potenciales de membrana, por lo tanto, una hiponatremia causada por pérdidas
excesivas de sodio por sudor puede originar dolores musculares e incluso,
llegar a un calambre.
Falta de magnesio. El magnesio debe mantenerse en correcto
equilibrio con el calcio, el sodio y el potasio para que el sistema
neuromuscular funcione adecuadamente y se relaje cuando sea necesario para
evitar los calambres.
Las vitaminas contribuyen a
prevenir la fatiga y el agotamiento que puede causar un calambre, por eso,
debemos incluirlas en una dieta variada. Las vitaminas B1 y B3 participan en el
metabolismo de los nutrientes ofreciendo combustible energético a nuestro
cuerpo para cada movimiento. La vitamina D contribuye a la homeostasis del
calcio, por lo que no puede estar ausente, al igual que la vitamina C por su
fuerte acción antioxidante.
Más allá de factores
metabólicos, enfermedades u otras alteraciones que puedan causar un déficit de
vitaminas o minerales, es recomendable llevar una dieta equilibrada que incluya
variedad de nutrientes, una correcta hidratación y períodos de descansos
adecuados que reduzcan las posibilidades de desarrollar calambres.
Tips para evitar y reducir calambres
En el momento en que estamos
sufriendo un calambre, lo mejor que podemos hacer es estirar de a poco el área
afectada para aliviar el dolor y relajar el músculo acalambrado.
La fisioterapia, los masajes o
dormir sin almohada son excelentes opciones para evitar calambres en el cuello
u hombros. También puede ayudar la práctica de ciertas disciplinas, como el
yoga o el taichí, para los calambres en general. No dudes en realizar actividad
física media hora al día para que la sangre pueda oxigenar los músculos y
tejidos, así como también repararlos y nutrirlos como corresponde.
Si se te acalambran mucho las
piernas, cada vez que llegues a casa elévalas con un cojín o apoyándolas en la
pared. También puedes dormir con varios almohadones a la altura de los talones,
aplicar agua calienta o la almohadilla eléctrica, etc.
La alimentación es muy
importante para evitar calambres. Incluye en tu dieta aquellos alimentos que
sean ricos en calcio como las naranjas, las almendras, el brócoli, los
vegetales de hoja verde, la leche de soja o los lácteos, y otros que te aporten
mucho magnesio como, por ejemplo, las nueces, los cereales integrales, el
cacao, las chauchas, las algas y la harina de soja. Come un plátano al día y no
dejes de lado la hidratación.
Si haces mucho deporte,
considera beber agua o bebidas isotónicas para evitar la deshidratación y
estira bien cada vez que hagas ejercicio.
Otras recomendaciones:
- Bebe mucho líquido durante todo el día.
- Lleva ropa holgada, sobre todo pantalones y
calcetines.
- Toma un baño de agua tibia antes de dormir.
- Practica diversas técnicas de relajación.
- Realiza ejercicios que te ayuden a fortalecer
los tobillos.
- Ponte de puntillas cuando caminas (sin
tacones).
- Duerme boca abajo con las piernas extendidas y
las pantorrillas dobladas.
- Consume diuréticos naturales.
- Envuelve la zona afectada en una venda elástica
no demasiado ajustada.
Cuándo consultar al médico
Los calambres musculares
usualmente desaparecen por sí solos y raramente son lo suficientemente graves
como para justificar la atención médica. Sin embargo, consulta a tu médico si
los calambres:
- Causan molestia intensa.
- Están relacionados con la hinchazón,
enrojecimiento o cambios de la piel en las piernas.
- Están relacionados con la debilidad muscular.
- Suceden a menudo.
- No mejoran con cuidado personal.
- No están relacionados con una causa obvia, por
ejemplo, ejercicio extenuante.
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