El eccema es uno de los problemas cutáneos más
frecuentes y el principal responsable de las consultas dermatológicas. Se
desconocen sus causas en la mayoría de los casos, aunque los expertos tienen
sospechas sobre ciertos factores, como la genética o la alimentación. Sobre
este último aspecto, los investigadores se han concentrado en analizar el
vínculo del eccema con el gluten.
El eccema, también conocido como dermatitis
atópica, es un trastorno cutáneo que se caracteriza por provocar picazón y
enrojecimiento de la piel. Aunque puede manifestarse en cualquier edad, es más
común que ocurra en niños. Entre sus principales síntomas se hallan:
·
Piel seca, agrietada, escamosa
o engrosada.
·
Piel sensible, inflamada por
rascarse e incluso en carne viva.
·
Protuberancias que pueden
supurar líquido o formar costras.
·
Marcas o manchas de colores
rojos, marrón, o grisáceo en distintas partes del cuerpo, principalmente manos,
muñecas, pies, tobillos, cuello, rodillas o codos.
En algunos casos, especialmente si no se trata, el
eccema puede provocar ciertas complicaciones:
·
Asma y rinitis
alérgica (fiebre del heno).
·
Descamación crónica de la
piel.
·
Dermatitis alérgica de
contacto.
·
Infecciones cutáneas.
·
Problemas para dormir.
Relación
entre el gluten y el eccema
Aunque no está claro qué causa el eccema, los expertos
coinciden en que parece ser el resultado de una combinación de predisposición
genética y factores ambientales.
Quienes tienen eccema suelen presentar niveles más
bajos de un tipo de proteína que está asociada a un sistema inmunitario
saludable, a la vez que niveles más altos de otra proteína que está involucrada
en las reacciones alérgicas. Por este motivo, se realizaron distintas
investigaciones para analizar la prevalencia del eccema en personas que también
tienen afecciones relacionadas con el gluten.
Este es el caso de los trabajos publicados en Nutrients, Journal
of Dermatological Treatment o Indian Journal o Dermatology,
que tras analizar la dieta de 17.169, y 149 participantes respectivamente,
encontraron mejorías en los síntomas del eccema tras que abandonaran el gluten
de sus dietas. El gluten es un grupo de proteínas que puede hallarse en
cereales como trigo, cebada, centeno, y en algunos casos avena, y en los alimentos
que se elaboran con estos ingredientes.
Las proteínas del gluten pueden ser difíciles de
degradar para las enzimas intestinales. En algunos casos, las unidades de
gluten digeridas de forma incompleta, también conocidas como péptidos de
gluten, pueden pasar del intestino al resto del cuerpo, desencadenando una
respuesta inmunitaria. Eso es lo que sucede en las afecciones como:
·
Enfermedad celíaca.
·
Sensibilidad al gluten no
celíaca.
·
Alergia al trigo.
Otro estudio, publicado en American Journal of
Clinical Dermatology, informó que las personas con eccema pueden llegar a
tener 1.6 veces más probabilidades de tener enfermedad celíaca que las del
grupo de control.
Sin embargo, los expertos consideran apresurado
señalar una causalidad entre el gluten y el eccema. En primer lugar, debido a
que el tamaño de las muestras en los estudios disponibles continúa siendo muy
reducido.
Otro aspecto que debe estudiarse en profundidad es
que, en muchos casos, las personas con alergia al trigo que a menudo
experimentan eccema como resultado de consumir gluten, no presentan los mismos
síntomas al comer otros granos que contienen gluten.
También es importante resaltar que, aunque la
evidencia disponible sugiera que puede haber un vínculo entre el gluten y el
eccema, esto no significa que una dieta sin gluten puede ayudar a aliviar o
prevenir esa afección cutánea.
Aunque se suele invitar a las personas preocupadas por
el eccema a incorporar una dieta sin gluten para intentar reducir sus
síntomas, los expertos señalan que antes de hacerlo es importante buscar la
orientación de un nutricionista o profesional acreditado.
Este podrá ayudarte a determinar el mejor plan de
alimentación (que puede incluir la eliminación del gluten) sin correr riesgo de
caer en una alimentación deficiente en nutrientes esenciales.
Cómo
combatir el eccema
Hasta la fecha, no se ha encontrado una cura para el
eccema, aunque los especialistas aseguran que recurrir a tratamientos y medidas
de cuidado personal puede ayudar a aliviar la picazón y prevenir la aparición
de nuevo brotes:
·
Humectar la piel al menos dos
veces al día con cremas, ungüentos o lociones.
·
Identificar los
desencadenantes del eccema, por ejemplo, polvo, detergentes, polen, o ciertos
alimentos, para evitar que la afección empeore.
·
Tomar baños más corto (entre
10 o 15 minutos) con agua tibia en lugar de caliente.
·
Usar jabones suaves.
·
Secarse con cuidado.
Desde la medicina tradicional se resalta el uso de
distintos remedios caseros que pueden resultar efectivos para calmar los
síntomas del eccema gracias a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias
y antimicrobianas:
·
Aceite de coco, oliva, lavanda
o árbol de té.
·
Alcanfor.
·
Aloe vera o sábila.
·
Miel.
·
Vinagre.
Cuando
consultar al doctor
Recuerda, si surgen lesiones en formas de moneda, de
color rojizo, secas y escamosas que provocan picazón, ya sea en los brazos,
piernas o en otras zonas de la región superior del cuerpo, deberás consultar
con un profesional de la salud.
Esta sugerencia es especialmente importante si los
síntomas se ven acompañados de fiebre y dolor, o no desaparecen después de ser
tratados. HD
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