jueves, 26 de enero de 2023

Charlie y la fábrica de chocolate…

El aclamado director Tim Burton lleva su imaginativo y vívido estilo al entrañable clásico de Roald Dahl ‘Charlie y la fábrica de chocolate’, sobre el excéntrico chocolatero Willy Wonka (Johnny Depp) y Charlie (Freddie Highmore), un muchacho de buen corazón que procede de una familia pobre que vive a la sombra de la extraordinaria fábrica de Wonka. Aislado desde hace tiempo de su propia familia, Wonka lanza un concurso a nivel mundial para elegir un heredero para su imperio de golosinas. Cinco niños afortunados, entre los que se encuentra Charlie, obtienen Billetes de Oro de las tabletas de chocolate y ganan un viaje organizado a la legendaria fábrica de golosinas que ningún extraño ha visto desde hace 15 años. Charlie es atraído hacia el mundo fantástico de Wonka en esta asombrosa e imperecedera historia. 
Magnífica está producción de Tim Burton: los temas sobre la familia, los abuelos, la aventura... están muy bien tratados, y dejan pensando en la importancia de un buen cine de entretención y de valores para todos: niños, jóvenes y adultos. Extraordinaria. 
OPINIONES: 
Dulce fórmula 
Con una trama nutrida de fantásticos efectos, creativos paisajes y escenografías coloridas, el director Tim Burton le imprime un sello propio al relato, para lo cual se vale de ingeniosas maquinarias capaces de producir una infinidad de delicias comestibles. Pero la película también seduce y encanta al espectador con una excéntrica historia llena de giros inesperados, que tiene la gracia de apelar al sueño de todo niño: explorar el origen de los confites y chocolates. 
Con dosis de situaciones absurdas y en ocasiones llenas de magia y mucha diversión, nexos sentimentales y el siempre útil gancho del suspenso, al medio del rodaje, Burton revela algunos secretillos escondidos sutilmente, al dejar en evidencia que los que realmente mueven el engranaje del sabor son los alegres grupos de enanos Oompa-Loompa, quienes trabajan entre montañas de chocolate derretido, junto a una espumosa cascada de chocolate líquido. Otros, se desplazan literalmente por un río de chocolate, subidos en unos botes fabricados de caramelo cristalizado. Así, de un momento a otro, se muestra un submundo lleno de árboles de caramelos, cubiertos de pasto con sabor a menta azucarada y plantas de malvaviscos de cerezas sabrosas, con crema y dulces. 
La imaginación no queda ahí, y las sorpresas que esconde la empresa van surgiendo conforme avanza la historia. Pero la curiosidad del pequeño protagonista y sus compañeros de aventura conducen hasta el nudo central de la historia para dilucidar: ¿Quién es en verdad Willy Wonk? ¿Por qué dedicó su vida a fabricar dulces? ¿Cuál es la finalidad del concurso? ¿Dónde se esconde la llave que da vida a la fábrica? ¿En qué manos quedará el futuro del imperio de las golosinas? 
Las respuestas a estas y otras interrogantes, usted las podrá encontrar ahora en familia, pues ya se estrenó la película de Tim Burton en los principales cines del país. T.cl

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