¿Te duelen las rodillas cuando desciende la
temperatura? ¿Alguna vez te preguntaste por qué ocurre este malestar?
Actualmente, no se dispone de evidencia concreta sobre
un vínculo entre el frío y el dolor de rodilla, sin embargo, existen diferentes
teorías que buscan explicar los posibles mecanismos detrás de esa relación.
Conócelas aquí, así como las formas de prevenir el dolor durante el frío.
¿Por
qué duelen las rodillas?
La rodilla es una de las articulaciones más
complejas, aunque también de las más expuestas, por lo que se convierte en un
punto muy vulnerable y propenso a sufrir lesiones.
Muchas veces, la rodilla puede dolernos por golpes o
malos movimientos realizados durante la actividad diaria o el ejercicio, aunque
existen otros factores de riesgo:
·
Beber alcohol y fumar en
exceso.
·
No estirar correctamente antes
o después de hacer actividad física.
·
Sufrir trastornos
degenerativos, como artrosis u osteoporosis.
·
Tener sobrepeso u obesidad.
·
Tener una mala alimentación.
Dependiendo el tipo de malestar, como inflamación o
rigidez, puedes optar por diferentes opciones para hallar alivio:
·
Aplicación de hielo o calor.
·
Realizar entrenamiento
acuático, tai chi o terapia física.
·
Practicar ejercicios de
flexión, como estocadas.
·
Recurrir a la terapia
cognitiva conductual o a la acupuntura.
Tras consultar a un profesional de la salud, se pueden
usar analgésicos o medicamentos tópicos, aparatos ortopédicos, como férulas o
mangas de neopreno, e inyecciones.
Si bien el dolor de rodilla es común, deberás
consultar a un médico si:
·
No puedes soportar peso en la
rodilla.
·
Tienes dolor intenso, incluso
cuando no estás soportando peso.
·
La rodilla se dobla o bloquea.
·
La rodilla se muestra
desfigurada.
·
Tienes enrojecimiento o calor
alrededor de la zona de la rodilla, o inflamación, entumecimiento, hormigueo o
coloración azulada.
¿Cómo
afecta el frío a las rodillas?
Aunque se ha buscado estudiar la relación entre el
frío y el dolor de rodilla, no existen suficientes pruebas para conocer el
mecanismo detrás de este vínculo, ni tampoco suponer que solo responde a una
única causa.
Los especialistas esbozan distintas explicaciones para
este fenómeno. Una de ellas se concentra en el líquido sinovial, un líquido
espeso que se encuentra en las articulaciones.
Este ayuda a reducir la fricción entre los cartílagos
y otros tejidos en las articulaciones para lubricarlas y amortiguarlas durante
el movimiento. Se cree que durante las bajas temperaturas el líquido sinovial
puede espesarse y con ello hacer que las articulaciones se vuelvan más rígidas,
provocando así el tan conocido dolor de rodilla.
Otra explicación puede encontrarse en la sangre. Con
el frío, el flujo sanguíneo suele desviarse de las extremidades, como brazos y
piernas, para concentrarse en órganos vitales, como el corazón, en un esfuerzo
por mantenerlos calientes. Sin embargo, esto quita calor a las articulaciones,
volviéndolas más dolorosas.
Los músculos también pueden ser responsables del dolor
de rodillas durante el frío, ya que en bajas temperaturas tienden a tensarse,
haciéndose menos flexibles, y, por lo tanto, aumentando el riesgo de dolor o
lesión.
Dejando atrás las funciones fisiológicas, muchos
expertos creen que la respuesta al dolor de rodillas durante el frío puede
hallarse en ciertos hábitos que adoptamos durante este tipo de climas.
Según distintas investigaciones, es común que los días
fríos afecten negativamente al estado de ánimo, y esto, a su vez, puede
resentir dolores preexistentes de rodilla.
Otro factor de riesgo es que, durante los días fríos,
es menos probable pasar tiempo al aire libre, lo que puede significar menos
ejercicio o actividad física y mayor sedentarismo, provocando mayor rigidez y
dolor en las articulaciones, incluidas las rodillas.
La falta de tiempo al aire libre también se asocia a
niveles más bajos de vitamina D (que se obtiene principalmente al
estar expuestos al sol), los cuáles se vinculan a una mayor rigidez y dolor
articular, óseo y muscular.
Finalmente, hay quienes afirman que el dolor de
rodilla se vincula con los climas fríos debido a la presión barométrica, una
medida que sirve para conocer el peso del aire.
Cuando entra un frente frío, la presión barométrica
tiende a caer, provocando una menor presión sobre el cuerpo desde el aire. Esto
puede hacer que los tendones, músculos, y articulaciones se inflamen y causen
dolor.
Cómo
prevenir el dolor de rodilla durante el frío
La relación entre el frío y el dolor de rodillas se
debe continuar investigando, sin embargo, y sin importar la causa o causas,
existen hábitos que se pueden incorporar para proteger las articulaciones
durante las bajas temperaturas:
·
Mantener una alimentación saludable: incorporar frutas, vegetales, carnes magras, cereales
y semillas, a la vez que se reducen los productos ultraprocesados ricos en
azúcares, grasas y sales es una buena forma de cuidar el organismo y obtener
los nutrientes necesarios para proteger y fortalecer las articulaciones.
·
Dormir correctamente: respetar las 8 horas de sueño diario sin
interrupciones ayuda a proteger los tendones, huesos y articulaciones.
·
No abandones el ejercicio por el frío: la actividad física ayuda a fortalecer los huesos y
músculos alrededor de las rodillas, eliminando la presión sobre la
articulación. Arma rutinas de ejercicio aeróbico para realizar en casa o
consulta a un profesional para que te recomiende los mejores ejercicios para
hacer en espacios cerrados.
·
Abrígate bien: usar ropa abrigada cuando sales ayuda a obtener calor
adicional y prevenir la rigidez de las articulaciones.
No olvides consultar a tu médico sobre tus dolores de
rodilla. Tras realizar un diagnóstico puede recomendarte medicamentos u otras
opciones de tratamiento para aliviar las molestias. HD
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