Los
niños y adolescentes también pueden tener depresión. De hecho, el 3-4% de los
menores la padecen en España, según datos de la Asociación Española de
Pediatría (AEP), siendo sus principales síntomas que el niño esté cansado,
irritable, triste, no rinda en el colegio o muestre que se siente inútil.
Precisamente,
la Dra. Berta Cejas, psiquiatra del Hospital Universitari Sagrat Cor de
Barcelona (España), precisa que «la depresión es el trastorno del ánimo más
prevalente en niños y adolescentes, constituyendo un importante problema de
salud pública y siendo la principal causa de discapacidad por enfermedad a
nivel mundial entre los 10 y los 24 años».
«Constituye
un factor de riesgo de suicidio en adolescentes, uno de los principales motivos
de muerte en este grupo de edad. De hecho, es la tercera causa de muerte, a su
vez, en jóvenes entre 10 y 24 años, según datos de la AEP, y su incidencia está
aumentando», advierte.
A
nivel clínico, se manifiestan cambios en el humor, en el pensamiento y en la
actividad que conllevan un impacto negativo en el funcionamiento del niño o
adolescente, siendo los más característicos:
·
Síntomas afectivos: Irritabilidad, puede sustituir o acompañar a la
tristeza, tristeza o sentimientos de vacío, pérdida de interés y de disfrute
con las actividades, aislamiento, ansiedad.
·
Síntomas cognitivos: Dificultad
de concentración, olvidos y despistes, rumiaciones negativas, baja autoestima,
ideas de muerte o de suicidio, pensamientos delirantes.
·
Síntomas físicos: Inquietud
o agitación, cansancio, alteraciones del sueño y del apetito, múltiples
somatizaciones inespecíficas, como dolor abdominal o cefaleas.
Posibles
causas de la depresión
En
cuanto a su posible etiología, la Dra. Cejas resalta que es multifactorial,
basada en el modelo diátesis-estrés: «Esto quiere decir que la depresión en
niños se desarrolla con más facilidad en aquellos con mayor susceptibilidad o
predisposición biológica y que estén expuestos a ciertos factores ambientales».
A
grandes rasgos, determina esta psiquiatra, se pueden destacar como principales
causas de depresión:
·
Factores
biológicos:
ü Genéticos: heredabilidad
por parte de antecedentes familiares.
ü Neurobiológicos: hipótesis
monoaminérgica donde habría alteraciones en una o más monoaminas (serotonina,
dopamina, noradrenalina).
ü Neuroendrocrinos: el
eje hipotálamo-hipofisario-adrenal y el eje hipotálamo-hipofisario-tiroideo.
·
Factores
ambientales:
ü Psicológicos: duelo,
pérdidas, maltrato, traumas...
ü Familiares: abuso,
negligencia, estilos de crianza negativos, problemática relacional
intrafamiliar...
ü Sociales: acoso
escolar, niños institucionalizados, adoptados...
Cómo
afrontar la depresión de los niños
Con
ello, y a la hora de afrontar esta enfermedad, la experta del Hospital
Universitari Sagrat Cor, ve importante acudir a un especialista ante la duda de
que nuestro pequeño pueda padecer una depresión, ya que la identificación
temprana y un tratamiento eficaz pueden reducir el impacto negativo.
Pero,
además, considera necesario un manejo adecuado de la situación en el ámbito del
niño, para lo que aporta una serie de consejos que pueden ayudar a las familias
a la hora de salir adelante ante una depresión infantil:
1. Indagar en las causas de la depresión.
2. Prestar atención a su autoestima.
3. Establecer y mantener rutinas.
4. Evitar que el pequeño tenga estrés.
5. Comprobar que no se sienta culpable por cosas que no
dependen de él.
6. Mostrarle cariño y amor, ya que necesita un ambiente
familiar seguro.
7. Compartir actividades con él.
8. Tratar la depresión con naturalidad.
Tratamiento
de la depresión en niños
Concretamente,
la Dra. Cejas señala que el tratamiento de la depresión infantil debe ser
‘integral’ y basándose en un modelo biopsicosocial con el que se realizará un
abordaje tanto del niño o del adolescente como de la familia.
«Es
fundamental destacar también la importancia de la participación de la escuela
en el proceso terapéutico, ya que en muchas ocasiones deberán colaborar
realizando no solo un soporte emocional, sino también una adaptación curricular
en las diferentes etapas del proceso curativo», explica.
Aquí
precisa que, habitualmente, los pilares del tratamiento serán:
·
Psicoeducación: es
imprescindible que tanto el paciente como la familia conozcan en qué consiste
la enfermedad, el plan terapéutico y los objetivos, para mejorar así la
adherencia.
·
Psicoterapia: la mayor evidencia existe con la terapia
cognitivo conductual en sesiones individuales y familiares, así como grupales.
También ha demostrado ser útil la terapia interpersonal.
·
Farmacoterapia: estará
indicada en casos de depresión infantil moderada o severa junto a la
psicoterapia, o en aquellos casos que no han respondido al tratamiento
psicoterapéutico. Los más utilizados son los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina y, dentro de estos, la fluoxetina y escitalopram. BP
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