“Los lugares más oscuros del infierno están
reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en tiempos de crisis
moral” Dante Alighieri.
Advertencia acertada ésta del célebre escritor
florentino. Adoptar una postura de neutralidad puede ser el inicio de la
perdición. Cuando uno se convierte en juez de lo que está bien y mal. Quien
suspende cualquier juicio sobre la realidad, se aparta del camino de Dios.
El éxito de difusión y penetración del New Age en
la vida y modo de pensar de las personas se debe, principalmente, a la postura
de no tener una postura, o de tenerla a medias; a la decisión de no decidir, o
de tomar a la ligera y como buena la primera o más cómoda de las situaciones
que no impliquen poner gran esfuerzo en un ejercicio de discernimiento para
luego decidir. No se trata sólo de tomar decisiones sino de elegir aquello que
está basado en la verdad objetiva y en el Bien Absoluto, que únicamente es
Dios. Todos buscamos la salvación como verdad, pero se ha de estar en la Verdad
para alcanzar la salvación.
Todo es relativo, nada es absoluto
Tal afirmación descarta automáticamente cualquier
opinión o idea basada en la verdad; indica la tiranía del relativismo en todos
los ámbitos y su mejor ejemplo es: ‘todo depende del cristal con que se mira’.
La Nueva Era propone una ideología a modo de ley y rechaza al que se piense
correcta y concienzudamente las cuestiones. Es como decir -con respecto a temas
cada vez más ‘relativizados’ como el homosexualismo activo o el feminismo
radical-: “Yo soy católico, pero si dos personas del mismo sexo se gustan y se
quieren, pues que tengan relaciones sexuales y si quieren que se casen...
Total, ¡a mí qué! Cada quien puede hacer con su vida lo que quiera, y la mujer
que haga lo que quiera con su cuerpo, si quiere abortar que aborte”.
Aquel que afirmara cosas semejantes se está alejando de la Verdad, por ende
está lejos de Dios.
No todo depende del cristal con que se mira
Recientemente, los canta-autores Joan Manuel
Serrat, Luis Eduardo Aute e Ismael Serrano declararon que los narcocorridos
reflejan la decadencia moral de la sociedad. Los tres coinciden en que, una
cosa son los corridos que siempre ha cantado la gente como parte de su visión
de la historia de México, y otra cosa los corridos ‘a sueldo’, que reflejan
dicha decadencia: las diferencias se aprecian a kilómetros. Por el lado opuesto
se encuentran compositores e intérpretes como Los Tigres del Norte, Calibre 50,
Gerardo Ortiz, El Komander y Bukanas, que promueven los ‘narcocorridos’, ‘el
movimiento alterado’ y ‘los corridos enfermos’, y defienden a capa y espada sus
canciones calificándolas como libertad de expresión y del gusto de la gente.
Esto no significa que el grueso de la población tenga afinidad por tales
subgéneros musicales. Qué visión tan miope tienen estos artistas y quienes
gustan de éstos, pues con la bandera de ‘libre expresión’ sólo buscan exaltar
el poder y dinero mal habido, a las figuras que dañan a los demás, y a sus
acciones como si fueran hazañas dignas de mención. Piensen en esto: Si lo que
promueven o escuchan, según sea el caso, les tocara padecerlo en carne propia,
se preguntarían entonces por qué a mí, y culparían al gobierno, a los demás,
incluso a Dios... menos a sí mismos.
“Entonces no durmamos como los demás, sino permanezcamos
sobrios y despiertos” (1Tes 5,6). Para
elegir bien no basta la libertad: se necesita la gracia, y sólo la da Dios.
Dudar de las propias dudas
“Confía en Yahvéh de todo corazón y no te apoyes en
tu propia inteligencia” (Prov 3,5).
Jean Guitton, uno de los más grandes pensadores católicos contemporáneos,
hablaba de ‘la purificación del intelecto y del corazón’. Dicho principio
filosófico consiste en la búsqueda sincera y honesta de la verdad, así como del
amor por la misma sin excluir la fe. Las verdades parciales (relativismos) han de ser tomadas así,
como parcialidades, sin convertirlas en el descubrimiento del siglo ni en ley
universal que debe ser creída y seguida por todos.
Guitton desarrolló una ecuación muy sencilla para
derribar dichas tesis: “Dudar de las dudas, pero hay que dudar bien”. Parece
tonta dicha afirmación, pero no lo es. Si se reflexiona a fondo, se descubre
que aquello parcial que se toma como verdadero, tarde o temprano planteará otro
interrogante que nuevamente hará investigar hasta encontrar otra interpretación
de dicha tesis primera, y así sucesivamente hasta conducir a aceptar aquello
que siempre ha sido verdad; es decir, “lleva a una libertad más sustancial que
se lleva muy bien con la fe” (Mi
testamento filosófico, Jean Guitton. Editorial Sudamericana).
El entrenador del equipo de la NFL los Cuervos de
Baltimore, John Harbaugh, católico practicante y ganador del Super Bowl 2013,
afirmó en entrevista al National Catholic Register: “Podemos decir que amamos a
Dios, pero sólo es verdad si cumplimos sus mandamientos”.
Reflexionemos: No podemos dejar de pensar; lo
terrible es tener la conciencia adormecida. GGJ
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