¿Te ha ocurrido que te sientes malhumorado, y que
cuando comes algo de repente tienes mejor ánimo? Este fenómeno, conocido en
inglés como ‘hangry’ (una combinación
de angry, enojado y hungry, hambriento) es un
estado emocional especial, que crea un tormenta química, mental y física, de
irritabilidad.
Expertos explican que este particular enojo es
distinto al que puede derivar, por ejemplo, de una discusión o un problema en
el trabajo: es efímero, pero puede impactar en las relaciones y en la salud.
Es también un signo de alerta sobre la importancia de confrontar y actuar sobre
estas emociones.
Un popular comercial en Estados Unidos
muestra a un joven con aspecto de Gremlin, que vuelve a ser él mismo cuando come una barra de chocolate Snickers. Esta
idea, aunque en tono de comedia, está basada en una realidad
comprobada por la ciencia: tener hambre pone de mal humor y nos puede volver
‘monstruosos’.
Aunque este estado emocional es reconocido por
psicólogos y médicos, se ha investigado poco.
Quizás el mayor conjunto de evidencia proviene de
estudios experimentales que muestran que los niveles bajos de glucosa en
sangre aumentan la impulsividad, la ira y la agresión.
Estos estudios se basaron en la noción de ‘agotamiento del ego’, que sugiere que es más
probable que se produzcan emociones negativas, de gran excitación y agresión
cuando se tiene hambre porque los individuos no pueden ejercer la
autorregulación y el autocontrol cuando los niveles de glucosa están bajos.
Otros trabajos enfocan en el hecho de que el hambre
afecta al balance interno de glucosa, pero también se ve afectado por
factores externos. Especialmente la reacción que la persona tiene a esta
sensación de hambre.
Comprender este vaivén entre las señales internas y el
contexto externo proporciona una explicación de por qué las personas
pueden sucumbir al ‘hambre’. Y subraya la importancia de crear un entorno
positivo y gestionar los estímulos emocionales durante los períodos de hambre
para mitigar la probabilidad de tener reacciones negativas.
Qué hacer
Expertos sugieren:
·
Conocer las señales de enojo
por hambre (este malestar emocional que
supera con creces a los simples crujidos de la barriga)
·
Evitar en el momento de la
‘crisis de hambre’ iniciar una conversación o tomar una decisión importantes.
·
Tener un refrigerio a mano. A
veces simplemente una manzana o una barra de cereal cumplen el efecto deseado
de aplacar el enojo.
·
Revisar la rutina alimentaria.
Cada persona tiene necesidades nutricionales diferentes, a veces tener períodos prolongados sin comer puede generar esta sensación negativa
de hambre. HD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario