En la sociedad actual, y especialmente después de los
aislamientos por la pandemia de COVID-19, la ya delgada línea entre el trabajo
y el hogar se ha vuelto cada vez más difusa.
Sin embargo, estudios han comprobado que dentro de la
casa, hablar demasiado del trabajo, y especialmente de los aspectos que nos
obsesionan, como una discusión con el jefe, un colega arrogante, o una tarea
asignada de manera injusta, permite que el trabajo se extienda a la vida
privada y afecta la dinámica de las relaciones personales.
Esto es diferente a compartir una situación del
trabajo con la pareja, en busca de un buen consejo, o simplemente para
informarle de algo que está ocurriendo en el trabajo.
El fenómeno, que se conoce
como ‘rumiar sobre el trabajo’, hace que la persona hable en casa sobre lo
que le pasa en su lugar de empleo casi todo el tiempo, e incluso exprese sus
dudas, preocupaciones y enojos como si la pareja fuera el colega, jefe o
supervisor al que realmente quiere dirigirse (role playing, en inglés).
Las investigaciones sobre esta interacción muestran que
‘rumiar’ sobre el trabajo en casa, hablar de lo que pasa en la oficina de
manera obsesiva, tiene un efecto negativo, tanto se habla de cosas
negativas, como de cosas positivas.
Signos
de que estás ‘rumiando’ sobre tu trabajo
1. Solo hablas
sobre tu trabajo. No importa el tema sobre el que estés charlando
con tu pareja, amigos o familia, siempre vuelves a tu trabajo. Logras
relacionar cualquier tópico con algo que estás viviendo en tu
espacio laboral, incluso si es algo imposible de interconectar. Expertos hablan
de fijación.
2. Estás menos
disponible para intercambios emocionales. E incluso para
escucharte a ti mismo. Este constante darle vueltas a las situaciones laborales
pueden hacer que la persona se
vuelva más irritable, frustrada o ansiosa, entre otras posibles
reacciones.
3. No tienes
tiempo para pasatiempos que solías tener en el hogar. Leer
o pintar ya no te emociona tanto como contar lo que te pasa en la oficina.
Cómo
romper este ciclo y no afectar tu relación
Expertos indican que lo más importante es tomar
conciencia de esta obsesión, poder ver que se están cruzando límites, y
que lo que era una charla breve y productiva se ha convertido básicamente en un
monólogo laboral.
Además de poder compartir con la pareja este problema
y hablarlo con honestidad, algunos pasos a seguir pueden ser:
Manejar el estrés
laboral. Utilizar técnicas para controlar la ansiedad que
pueden generar las situaciones en el trabajo es importante para poder controlar
esta verborragia.
Crear ‘rutinas’ de
comunicación. Respetar los espacios de comunicación con la pareja y
volverse ‘creativo’ para hablar de una variedad de temas, en donde el trabajo no
ocupe el ciento por ciento del tiempo. HD
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