martes, 18 de noviembre de 2025

El secreto oculto en el segundo cromosoma X que explica por qué las mujeres viven más que los hombres…

La esperanza de vida, dejando de lado la Covid-19, ha crecido enormemente en el último siglo y casi se ha duplicado. En Italia, uno de los países más longevos del mundo, la esperanza de vida de las mujeres italianas es de aproximadamente 84,8 años, más de 4 años más que la de los hombres, que se sitúan en 80,7 años. Pero ¿por qué las mujeres viven más que los hombres?
La mayor longevidad femenina parece ser bastante independiente del lugar donde viven las mujeres, de cuánto dinero ganan y de otros factores sociales y ambientales. Esto pasa en la mayoría de los mamíferos y se trata de un fenómeno que se observa en todo el mundo incluso en periodos de epidemias o hambrunas.
Hormonas y comportamiento
Las hormonas sexuales, como el estrógeno, juegan un papel interesante en la longevidad, debido a su efecto sobre el sistema inmunológico. Pero cuando los niveles de estrógeno disminuyen, como durante la menopausia, el sistema inmunológico de las mujeres parece debilitarse y las mujeres tienden a alcanzar (o superar) a los hombres en términos de desarrollo de enfermedades.
Los patrones de comportamiento también juegan un papel clave. Las mujeres generalmente tienen menos probabilidades que los hombres de fumar o beber mucho, comportamientos que contribuyen significativamente a la mortalidad. En general, las mujeres tienen más probabilidades de adoptar conductas que promuevan la salud, como ir al médico, someterse a pruebas de detección, usar el cinturón de seguridad y conducir con seguridad, además de tener más probabilidades de socializar (el aislamiento social es un factor de riesgo para el deterioro cognitivo).
El despertar del cromosoma X secundario
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) ha identificado el secreto de la longevidad femenina en el segundo cromosoma X que, según los autores, no está tan ‘latente’ como se creía. Según los científicos, que realizaron un estudio en ratones publicado en Science Advances, con el envejecimiento el cromosoma X secundario se despierta, activando una serie de genes capaces de determinar una vida más larga, con mayor resiliencia al deterioro cognitivo, aunque sólo si no están presentes patologías como el Alzheimer).
El hecho de que las mujeres vivan más que los hombres no significa necesariamente que vivan mejor. De hecho, las mujeres tienden a vivir vidas más saludables durante menos años que los hombres. En la vejez, especialmente después de la menopausia, las mujeres son generalmente más frágiles y vulnerables que los hombres, desarrollando problemas cardiovasculares y Alzheimer.
Las mujeres y los hombres envejecen de manera diferente, y comprender por qué, dicen los científicos, podría mejorar la vida y la salud de ambos sexos. “Si podemos entender qué hace que un sexo sea más resiliente o vulnerable, tendremos una nueva comprensión molecular que podría conducir a nuevas terapias que puedan hacer que hombres y mujeres sean más resilientes”, explica la Dra. Dena Dubal, neuróloga de la Universidad de California en San Francisco (EEUU).
Los primeros trabajos sobre los cromosomas sexuales
Las investigaciones en este campo se llevan a cabo desde hace mucho tiempo. El mismo grupo de trabajo examinó en 2018 ratones modificados genéticamente con diferentes combinaciones de cromosomas sexuales y órganos reproductores. Aquellos con dos cromosomas X (sexo biológico femenino) y ovarios vivieron más tiempo, seguidos por los ratones con dos cromosomas X y testículos. Los ratones con cromosomas XY (sexo biológico masculino) tenían una esperanza de vida más corta.
“Había algo en el segundo cromosoma X que protegía a los ratones de morir prematuramente, a pesar de que tenían testículos”, comentó el Dr. Dubal. “¿Y si hubiera algo en ese segundo cromosoma X que de alguna manera estuviera relacionado con una mayor juventud?”, se pregunta. Los científicos aún no han examinado este fenómeno en humanos, pero el profesor Dubal dice que el hecho de que tengamos las mismas hormonas sexuales y cromosomas, así como sistemas reproductivos similares, sugiere que los resultados podrían ser similares en las personas.
Genes del cromosoma X que se reactivan
Los científicos californianos han ido más allá con un nuevo trabajo. En la investigación recién publicada, analizaron modelos híbridos de ratones y tejido cerebral humano donados por hombres y mujeres mayores. Para entender cómo trabajaban los científicos hay que aclarar que el par de cromosomas sexuales (XX en mujeres y XY en hombres) determina el sexo de un individuo: el par XX identifica a un individuo genéticamente femenino mientras que el par XY identifica a un individuo genéticamente masculino.
El cromosoma X contiene aproximadamente mil genes y sólo unos pocos están directamente involucrados en la determinación del sexo. El cromosoma Y contiene alrededor de 45 genes con ADN útil para regular la expresión genética.
Cada célula del cuerpo femenino tiene dos copias del cromosoma X: una está activada (Xa), mientras que la otra (Xi) no está activada. Sin embargo, algunos genes silenciosos en el cromosoma Xi podrían escapar a la inactivación: según el estudio, de hecho, aproximadamente el 7% de los genes del cromosoma Xi pudieron reactivarse durante el envejecimiento, y muchos de ellos juegan un papel en el desarrollo del cerebro.
Centrarse en el gen PLP1 para contrarrestar el deterioro cognitivo
Los científicos se centraron en el gen PLP1, que aumenta su expresión en neuronas, conexiones neuronales y astrocitos, que desempeñan un papel importante en la memoria. El gen PLP1 expresa una proteína implicada en la formación de las vainas de mielina que rodean a las neuronas y les permiten enviar mensajes de forma más eficiente, explican los investigadores en una nota de prensa. Se observó que en ratones hembras de mayor edad había una mayor expresión del gen PLP1 y, según los investigadores, esta podría ser la razón detrás de la mayor cognición en las hembras de mayor edad.
Luego se incrementó artificialmente la expresión de este gen en ratones machos y hembras de edad avanzada y ambos obtuvieron mejores resultados en pruebas cognitivas.
¿Se aplica esto también a los humanos? Científicos californianos examinaron tejido cerebral donado a la ciencia por personas mayores y observaron que sólo las mujeres mayores tenían una mayor expresión de PLP1 en el parahipocampo, comparable al hipocampo de los roedores. En el futuro, el desarrollo de tratamientos para amplificar la expresión de este gen podría quizás ser clave para contrarrestar el deterioro cognitivo. BP

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