Cada 8 de noviembre, el mundo
celebra el Día Mundial de la Radiología, en homenaje al físico alemán Wilhelm
Conrad Röntgen, quien en 1895 descubrió los rayos X y dio inicio a una de las
mayores revoluciones de la historia de la medicina.
Hoy la radiología sigue siendo
una pieza clave para el diagnóstico médico: según la OMS, el 80% de las
decisiones clínicas se toman en base a estudios radiológicos. Y su evolución no
se detiene: la digitalización y la inteligencia artificial están redefiniendo
la forma de obtener, procesar e interpretar las imágenes médicas.
“La radiología es una rama de
la medicina que utiliza imágenes para diagnosticar y tratar enfermedades.
Gracias a ella hoy en día se pueden curar fracturas, colocar prótesis,
monitorear embarazos y evaluar órganos vitales sin necesidad de intervenciones
invasivas”, explicó Anabella Vannucci, técnica radióloga de DIM Centros de
Salud.
Radiología + Inteligencia
Artificial: una alianza que ahorra tiempo y mejora la precisión
En los últimos años, la
inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta complementaria
para el diagnóstico por imágenes. “La IA puede detectar patrones o anomalías en
estudios como mamografías o placas pulmonares, reduciendo hasta un 50% el
tiempo de análisis y aumentando la precisión del diagnóstico”, detalló
Vannucci.
Los algoritmos no reemplazan
la mirada profesional, pero ayudan a priorizar casos urgentes, detectar signos
tempranos de enfermedad y mejorar la calidad del informe médico, algo
especialmente útil en hospitales con alta demanda de estudios.
Cuatro avances tecnológicos
que transformaron la radiología
1. Radiografía digital (DR):
reemplaza las placas tradicionales por detectores electrónicos que ofrecen
resultados instantáneos, menor radiación y mejor calidad de imagen.
2. Procesamiento de imagen
digital: elimina los líquidos de revelado y permite visualizar imágenes más
nítidas, libres de ruido, con posibilidad de ampliación y análisis desde
cualquier estación de trabajo.
3. Diagnóstico asistido por
computadora: detectores automáticos de anomalías, análisis de patrones y
software de IA integrados en sistemas como DICOM, PACS y Radiant.
4. Visualización avanzada: la
realidad aumentada y los monitores de alta resolución permiten magnificar zonas
específicas sin pérdida de calidad, facilitando el trabajo del profesional.
De los rayos X a la era
digital
Hoy la radiología no solo
ilumina huesos y órganos, sino también datos. Cada imagen contiene información
valiosa que puede combinarse con otras fuentes (historial clínico, genética,
hábitos) para anticipar riesgos y personalizar tratamientos. El desafío actual
está en seguir innovando sin perder de vista la seguridad del paciente,
reduciendo las dosis de radiación y garantizando la confidencialidad de la
información médica. “La tecnología avanza, pero el factor humano sigue siendo
esencial. Detrás de cada imagen hay un profesional que interpreta, acompaña y
cuida a la persona”, concluyó Vannucci. BP
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