Cada 4 de marzo, se conmemora
el Día Mundial de la Obesidad, que afecta a 1.100 millones de personas en el
mundo. La Federación Mundial de la Obesidad ha elaborado el informe Atlas 2025,
que recoge datos del Observatorio Global de la Salud de la OMS, la División de
Población de Naciones Unidas y de ellos mismos.
En 2021, 1,6 millones de
muertes por enfermedades no transmisibles como diabetes, cáncer y ACV antes de
los 70 años fueron directamente atribuibles a un IMC elevado. En comparación,
1,2 millones de personas murieron en accidentes de tráfico en el mismo año.
“La obesidad es una enfermedad
grave por derecho propio y un importante motor de enfermedades no
transmisibles, como el cáncer, las enfermedades cardíacas, los ACV y la
diabetes tipo 2, con casi 4 millones de muertes al año atribuibles a la
obesidad”, explicó Simón Barquera, presidente de la Federación Mundial de la
Obesidad.
Datos
El informe estima que a
diferencia de 2010, que el 36% de la población mundial padecía de un alto
índice de masa corporal (IMC), para 2030, casi 3.000 millones de adultos
(aproximadamente un 50% de la población mundial), tendrán un IMC elevado. La
mayor carga de obesidad se encuentra en América, el sudeste asiático y el
Pacífico Occidental, mientras que se observa un crecimiento acelerado en los
países de ingresos medios, especialmente en Asia y América Latina.
Atlas 2025 destaca el
crecimiento alarmante de la obesidad y las enfermedades no transmisibles
asociadas como las enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer o la
diabetes tipo 2. El 55% de las muertes prematuras de este tipo de diabetes son
atribuibles a sobrepeso y obesidad.
“Más personas mueren debido a
la obesidad que en accidentes de tráfico cada año. Nos horrorizamos si un país
no tiene una política para reducir las muertes en las carreteras, pero muchos
gobiernos de todo el mundo no tienen un plan serio para reducir las muertes y
enfermedades causadas por la obesidad”, afirmó Simón Barquera.
Propuestas para abordar la
obesidad
La Federación Mundial de la
Obesidad insta a tratar el problema de la obesidad a través de cinco políticas
clave:
• Imposición de impuestos
sobre bebidas azucaradas
• Etiquetado de alimentos e
impuestos sobre alimentos ricos en grasas, grasas saturadas, azúcar y sal
• Subsidios para alimentos más
saludables
• Restricciones sobre la
comercialización de alimentos a niños
• Impuestos e incentivos para
promover la actividad física, creación de entornos construidos que fomenten la
actividad física.
Estas políticas solo son
aplicadas por un tercio de los países que aparecen en el informe, es decir, 67
países de 194. Además, la Federación también recomienda el fortalecimiento de
los sistemas de salud para ofrecer atención médica personalizada. Aun así, los
autores del informe señalan que la existencia de políticas no garantiza su
implementación, especialmente en países con recursos limitados. Para cambiar
este problema, observan que se requiere la acción colectiva de los gobiernos y
de la sociedad en general.
“Necesitamos que los gobiernos
adopten un enfoque integral para abordar la obesidad: desde el etiquetado de
alimentos y la imposición de impuestos, hasta un entorno construido que dé a
las personas la oportunidad de ser activas, desafiando el estigma y una mejor
formación para la fuerza laboral de salud para ofrecer atención médica centrada
en las personas para la obesidad”, concluyó el presidente de la Federación
Mundial de la Obesidad. BP
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