El
mundo pone etiquetas: fracasado, difícil, inconstante. Incluso tú mismo a veces
te defines por lo que no lograste, por los intentos que quedaron a la mitad.
Pero
Cristo no te reduce a tu pasado, ni a tu presente.
Él
te ve completo… aunque tú solo veas fragmentos. Ve la semilla, aunque aún no
brota. Ve la flor, aunque aún no abres. Ve el milagro, aunque tú solo veas
ruina.
Su
mirada es promesa. Y si lo dejas, puede mirarte hasta que tú también creas en
ti. RM
No hay comentarios.:
Publicar un comentario