Estefanía Quinzani, Santa
Monja Dominica, 02
de Enero
Etimológicamente significa “coronada de
luz”. Viene de la lengua griega.
Todos los padres desean
que sus hijos tengan una formación lo más completa posible. Es casi una ley
natural. Esta chica se sitúa históricamente en el siglo XVI. Y para mayor
información, uno se puede acercar a la iglesia de Colomo, al lado de Parma, en
donde se conserva el cuerpo de esta santa.
Esto constituyó un
regalo inmenso ofrecido al archiduque Fernando de Borbón, duque de Parma, en
1784. No hacía mucho tiempo que el mismo Papa Benedicto XIV había aprobado que
se pudiera dar culto a esta santa. Y como suele ocurrir a la muerte de un santo
– al menos antes – la gente iba presurosa a buscar reliquias de ella. Así por
ejemplo, su cabeza se puede ver en Cremona, justo al lado de una iglesia
dominica.
Y hay que tener en
cuenta que Estefanía no había nacido en ninguno de los dos sitios. Ella vino al
mundo en el pueblo de Orzinuovi, en la provincia de Brescia, Italia. Su padre
era una persona comprometida en serio con el apostolado que todo creyente
desempeña en la Iglesia por el bien de los demás. A tal grado llegó su
compromiso que, desde los 15 años pertenecía ya a la tercera orden dominica. Su
hija le siguió fielmente por los caminos que marca el Evangelio para aquellos
que lo dejan todo con tal de ganar a Cristo.
No fue una chica aislada ni
tristona. Al contrario, todo el mundo la veía con ánimos de luchadora, y
emprendía obras que, a primera vista, parecerían absurdas o de locas. De esta
forma, fundó un convento en Soncino. Todo lo hacía por amor. Quien ama de
verdad se siente feliz, aunque vengan las pruebas y tribulaciones. Y a
Estefanía le llegaron muy fuertes, pero las superó con energía y paciencia. En
su cuerpo aparecieron los estigmas de la Pasión de Cristo. Murió el año 1530.
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