Tito Zeman, Beato
Sacerdote y Mártir, 08
de Enero
En Bratislava,
Eslovaquia, Beato Tito Zeman, sacerdote profeso de la Sociedad Salesiana de San
Juan Bosco, asesinado por odio a la fe († 1969).
Fecha de beatificación: 30
de septiembre de 2017, durante el pontificado de S.S. Francisco.
Tito Zeman nació el 4 de enero 1915 en Vajnory,
cerca de Bratislava: es el primero de diez hijos. Cuando tenía 10 años, después
de una infancia marcada con problemas de salud, fue repentinamente curado con
la intercesión de Nuestra Señora de los Dolores. Ese día Tito le prometió, en
el secreto de su corazón, que sería “su hijo para siempre”, dando a esa
expresión una firme resolución de ser consagrado. Al santuario nacional, el
cual es dedicado a ella, llegaron los hijos de Don Bosco, no mucho antes, en el
año 1924. Tito decidió hacerse un sacerdote salesiano. Por dos años resistió la
oposición de su familia (demasiado pobre para poder pagar sus estudios),
también del párroco local y también el director de la misma casa de salesianos
en Šaštín, P. Jozef Bokor, quien lo consideraba muy joven, le preguntó a Tito:
“Aquí no tenemos ningunos tan pequeños como tú. ¿Qué haremos cuando llorarás y
querrás regresar con tu mamá?“. Pero eso no confundió a Tito: respondió que su
mamá sería Nuestra Señora de los Dolores y convenció al P. Bokor con estas
palabras: “Haga lo que quiera, pero acépteme aquí”. Fue imposible hacerlo
cambiar de opinión. A la familia Tito le dijo: “Si muero, usarían el dinero
para mi funeral. Por favor, úsenlo para mis estudios”. La familia entonces
vendió un pequeño campo, además ayudaron algunos benefactores y apoyaron a Tito
durante los años de estudios.
Entró al noviciado en el
año 1931, profesaba los primeros votos el 6 de agosto 1932 y los votos solemnes
el 7 de marzo 1938. Estudió teología en Italia, tanto en Roma como en Chieri
cerca de Turín. Recibió el sacramento de orden sacerdotal el 23 de junio 1940
en Turín y cuando regresó a la patria, los superiores le pidieron que estudiara
química y ciencias. Después enseñaba en diferentes institutos salesianos,
mientras que en la pastoral apoyaba el clero diocesano y también era capellán
de una congregación religiosa femenina. Hombre de fuerte voluntad, salud firme,
carácter humilde y discreto, alegre, capaz de crear relaciones firmes de
cooperación y amistad.
Pero el padre Tito Zeman
es principalmente salesiano sacerdote. Y por esto, cuando en el año 1946,
después del drama de la segunda guerra mundial y en duros años de la transición
que siguieron, la fuerza comunista que ya tomaba raíces en la patria requería
la eliminación de las cruces de las clases en las escuelas, Tito, como un
profesor en Trnava, rehusó con algunos otros: pagó por eso con el despido, pero
recibía cartas y tarjetas postales de felicitaciones por defender la cruz de
Cristo. Unos años después destacó con la misma disposición. En Eslovaquia, cada
vez más controlada por el régimen comunista, dónde la Iglesia fue duramente
perseguida: encarcelamiento forzado de los monjes en los monasterios de
concentración, pleitos construidos, principalmente con obispos, separación de
los monjes jóvenes de sus superiores… Tito Zeman se hace responsable, con otros
a los que pertenece el padre Ernest Macák, por un acto valiente, salvación de
las vocaciones. El P. Ernest se quedó en Eslovaquia, para ayudar a los que se
quedaron, recibía la renovación de los votos religiosos, animaba a los jóvenes
y no permitió que la esperanza les fuera robada. El P. Tito ha pasado en
secreto, tantos como fue posible, por el río Morava y Austria a Italia, para
que puedan acabar sus estudios de teología y recibir el sacramento del orden
sacerdotal. La idea era prepararles para volver a la patria al momento de la
caída del régimen comunista.
Así Tito organizó tres
pasajes: uno entre agosto y septiembre de 1950; otro en octubre de 1950; y el
último en abril de 1951. En ese tiempo la actividad para salvar las vocaciones
salesianas creció en un canal por el que trató de salvar también los sacerdotes
diocesanos perseguidos. Después de ser alentado a este acto por el Rector Mayor
de salesianos, don Pietro Ricaldone, a quién encontró en Turín, y después de
superar un momento difícil de prueba personal de “noche oscura” en enero 1951
en Linz, dónde esperó para condiciones convenientes para regresar a la patria,
fue Tito Zeman, junto con muchos otros, detenido en abril 1951. Las acusaciones
fueron: espionaje y alta traición. El acusador pidió para él la pena capital.
Pero la reputación de Tito y la voluntad del régimen de “no crear mártires”
llevaron el cambio del juicio para 25 años de encarcelamiento duro sin
condiciones, perdiendo los derechos civiles. Por trece años Tito soportó la
cárcel, fue gravemente torturado, burlado, despreciado. Bratislava, Leopoldov,
Ilava, Mírov, Valdice y Jáchymov con su terrible “Torre de muerte“, dónde fue
fijado para desechar manualmente el uranio radioactivo, eso fueron los lugares
del calvario de Tito Zeman.
Su destino está cruzado
con testimonios de fe de muchos otros: beata hermana Zdenka Schelingová, siervo
de Dios Michal Buzalka, Ján Chryzostom Korec – después cardenal, P. Alfonz
Paulen, P. Ernest Macák (murió en el año 2016 con olor a santidad). Tito
no luchó más que ellos: pero con ellos y a su lado, de la manera específica que
fue necesaria.
En el año 1964 el
régimen liberó a Tito condicionalmente, pero él siguió atormentado, y al final
tratado como una persona experimental. Murió el 8 de enero de 1969. Unos meses
después, al revisar el juicio habían caído como mentirosas las acusaciones
deshonradas, que sirvieron al régimen como instrumentos para la persecución. En
el año 1991 fue proclamado inocente, y también algunos de sus persecutores en
el fin de sus vidas convirtieron y se acercaron a la Iglesia, aún pidieron (en
algunos casos también en público) perdón del mal que le habían hecho.
Hoy la Iglesia lee la
vida de Tito Zeman en nociones de martirio: el testimonio más alto, regalado de
amor para defender la fe. Su muerte fue causada por actos violentos del
perseguidor, de odiar a la fe, que claramente condujeron al acortamiento de su
vida.
En el año 2010 empezó el
proceso de beatificación y santificación de Tito Zeman. El papa Francisco el 24 de febrero del 2017
aprobó el decreto de su martirio dando paso a su beatificación.
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