sábado, 20 de enero de 2018

Crean en la Buena Noticia

Hay personas a las que el cristianismo se les presenta como una religión complicada y sobrecargada. No saben cómo expresarlo, pero sienten la necesidad de redescubrir cuál es el núcleo elemental y básico que les permita comprender mejor dónde está la novedad de la fe cristiana. De ahí el interés excepcional de esos breves versículos en los que el evangelio más antiguo nos ofrece el primer resumen que se formuló de la predicación de Jesús.
El evangelista Marcos nos dice que todo lo que Jesús predicaba se puede sintetizar en esto: Jesús proclamaba «la Buena Noticia de Dios» Ahí está la sustancia de todo su mensaje. Propiamente Jesús no enseñaba una doctrina ni exponía una filosofía. Su originalidad está en anunciar la noticia de que Dios es algo bueno para los hombres.
A continuación, el evangelista nos resume esto en unas breves palabras que son analizadas minuciosamente hoy por los mejores especialistas y exégetas: «El tiempo se ha cumplido, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena  Noticia» ¿Se puede explicar de manera sencilla y elemental este mensaje?
«El tiempo se ha cumplido» Comienza ahora algo nuevo y definitivo. Es lo primero que afirma Jesús. No hay que esperar más. Ha llegado ya el momento decisivo de revelar a los seres humanos algo importante. Algo que exige la máxima atención.
«Está cerca el Reino de Dios» Este es el gran acontecimiento. Dios quiere intervenir en la vida de las personas. Y esto es lo mejor que nos podía ocurrir. Porque este Dios no es como los falsos dioses, que llevan al egoísmo, la injusticia y la mutua destrucción. Es un Dios Padre que quiere la vida, la felicidad y la salvación de todos y cada uno de los hombres y mujeres porque él los ha creado y los siente como hijos.
Nadie está excluido, ni siquiera los pecadores. Cuando Dios reine plenamente, todo será al revés. Los últimos serán los primeros. Las prostitutas irán por delante de los que parecen santos. Y los pobres que ahora lloran y pasan hambre descubrirán que Dios es bueno, sobre todo, para ellos, no porque son mejores, sino porque Dios no puede reinar sin hacer justicia a los que nadie hace.
«Convertíos y creed la Buena Noticia» Hay que cambiar. Esta noticia exige un giro total. Hay que tomar otra postura. Entender a Dios de otra manera. Confiar absolutamente en su bondad. Orientar nuestra vida según las exigencias de este Dios que quiere lo mejor para todos.
Lo primero es creer esta buena noticia. Acogerla con alegría. Creer en ese Dios revelado y encarnado en Jesús. Creer en su amor increíble y sorprendente. Vivir con la confianza absoluta de que nuestra salvación está en ese Dios. Ser cristiano es dejarse impactar por el «misterio del Reino» (Mc 4, 11) y saber que tu vida se está decidiendo en la postura que adoptas ante esa Buena Noticia proclamada por Jesús. JAP

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