Penitente,
06 de Diciembre
Elogio: En Brescia, de la Lombardía, san
Obicio, que, siendo militar de caballería, se convirtió a Dios, abrazó una vida
de penitencia y distribuyó sus bienes para utilidad pública.
País: Italia - †: 1204
Nació en
Niardo, pueblo cercano a Brescia, hacia el 1150; su padre, Gratiadeus, era
gobernador, por lo que tuvo una infancia acomodada. Contrajo matrimonio, de lo
que tuvo cuatro hijos, e ingresó en la milicia, por lo que participó en las
habituales luchas de su tiempo. Es muy devoto de santa Margarita, a quien lleva
representada en su escudo, pero la religión no ocupa ningún espacio relevante
en su vida. Sin embargo, En una batalla en las inmediaciones del río Oglio
estuvo a punto de perder la vida, cuando caballos y caballeros cayeron desde un
puente que cedió ante el peso. Salvado por un desconocido, que lo llevó a la
orilla, tuvo, mientras estaba semiconsciente, una visión donde se vio a sí
mismo en el infierno.
Una vez
restablecido, bastó esa visión para hacerle comprender la vanidad de la vida y
la necesidad de hacer penitencia. Abandonó el ejército, pero tuvo inicialmente
la oposición de su familia; sin embargo, con la oración y el ejemplo, su mujer
e hijos comprendieron su conversión, y de opositores se transformaron en apoyos
de su vocación. Dejó a su mujer y sus hijos los bienes, y se retiró, primero en
peregrinación, y luego, en 1197, de siervo al convento bresciano de Santa
Julia, como oblato benedictino.
Murió en 1204
(otros dicen 1206), asistido por su familia, y dos de sus hijos, Margarita y
Maffeo, ingresan también como religiosos, siguiendo su ejemplo. Su fama de
santidad y culto inmemorial fueron confirmado por el papa León XIII. Sus
reliquias reposan en la parroquia de Niardo.
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