Los
evangelistas se esfuerzan por diferenciar bien el bautismo de Jesús del
bautismo de Juan. No hay que confundirlos. El bautismo de Jesús no consiste en
sumergir a sus seguidores en las aguas de un río. Jesús sumerge a los suyos en
el Espíritu Santo. El evangelio de Juan lo dice de manera clara. Jesús posee la
plenitud del Espíritu de Dios, y por eso puede comunicar a los suyos esa
plenitud. La gran novedad de Jesús consiste en que Jesús es «el Hijo de Dios» que
puede «bautizar con Espíritu Santo».
Este
bautismo de Jesús no es un baño externo, parecido al que algunos han podido
conocer tal vez en las aguas del Jordán. Es un «baño interior». La metáfora
sugiere que Jesús comunica su Espíritu para penetrar, empapar y transformar el
corazón de la persona.
Este
Espíritu Santo es considerado por los evangelistas como «Espíritu de vida». Por
eso, dejarnos bautizar por Jesús significa acoger su Espíritu como fuente de
vida nueva. Su Espíritu puede potenciar en nosotros una relación más vital con
él. Nos puede llevar a un nuevo nivel de existencia cristiana, a una nueva
etapa de cristianismo más fiel a Jesús.
El
Espíritu de Jesús es «Espíritu de verdad». Dejarnos bautizar por él es poner
verdad en nuestro cristianismo. No dejarnos engañar por falsas seguridades.
Recuperar una y otra vez nuestra identidad irrenunciable de seguidores de
Jesús. Abandonar caminos que nos desvían del evangelio.
El
Espíritu de Jesús es «Espíritu de amor», capaz de liberarnos de la cobardía y
del egoísmo de vivir pensando solo en nuestros intereses y nuestro bienestar.
Dejarnos bautizar por él es abrirnos al amor solidario, gratuito y compasivo.
El
Espíritu de Jesús es «Espíritu de conversión» a Dios. Dejarnos bautizar por él
significa dejarnos transformar lentamente por él. Aprender a vivir con sus
criterios, sus actitudes, su corazón y su sensibilidad hacia quienes viven
sufriendo.
El
Espíritu de Jesús es «Espíritu de renovación». Dejarnos bautizar por él es
dejarnos atraer por su novedad creadora. Él puede despertar lo mejor que hay en
la Iglesia y darle un «corazón nuevo», con mayor capacidad de ser fiel al
evangelio. JAP
BENDITO Y ALABADO SEAS POR SIEMPRE MI AMADISIMO SEÑOR JESÚS EN TI ME REGOCIJO PORQUE TU ERES MI PADRE MI CREADOR Y ERES MI VIDA MI FE MI FORTALEZA MI CAMINO MI VERDAD Y MÍ VIDA TODOS LOS QUE TE AMAMOS Y CREEMOS EN TI SIN DUDA ALGUNA TENDREMOS VIDA ETERNA CUANDO TU NOS LLAMES Y NOS LLEVES A TU DIVINA PRESENCIA PORQUE SE HARA EN NOSOTROS TU BENDITA VOLUNTAD Y NO LA VOLUNTAD DE NOSOTROS ..QUE ASÍ SEA MÍ AMADISIMO SEÑOR JESÚS AMÉN 🙏 AMÉN 🙏 . GLORIA A TÍ SEÑOR JESÚS AMÉN POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS AMÉN ASÍ SEA AMÉN 🙏 AMÉN 🙏 AMÉN 🙏 AMÉN.
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