¿Eres el entrometido de la
casa, siempre limpiando, organizando y jugando con algo? Si es así, continúa
con confianza y orgullo, ya que resulta que mantener un estilo de vida activo
es bueno para tu cabeza. Para ser más específicos, un artículo de investigación
recientemente publicado resumió que participar en actividades diarias
(quehaceres domésticos, visitar a familiares y amigos o hacer ejercicio) reduce
considerablemente el riesgo de demencia en personas mayores.
Por qué la prevención de la
demencia es tan importante para todas las personas mayores
Como muchos de ustedes sabrán,
la demencia es un problema de salud grave entre las personas mayores; casi un
tercio de los adultos de 85 años en adelante desarrollan demencia. La
aterradora condición te roba lentamente tu cerebro y tu independencia, primero
afecta tus habilidades cognitivas y luego apaga tu memoria y funciones
cerebrales cruciales.
Los signos de demencia
incluyen:
·
Memoria y cognición: problemas
para recordar, confusión y juicio distorsionado, perderte en un lugar familiar,
repetir preguntas, problemas para manejar dinero.
·
Lenguaje: dificultad
para hablar, comprender, leer, escribir, usar palabras inusuales para señalar
objetos familiares
·
Movimiento: se vuelve
más lento para completar las tareas diarias, pérdida de equilibrio y problemas
con el movimiento.
·
Emoción: poco
interés en los eventos y actividades diarios, sin preocuparte por las emociones
de los demás, impulsividad.
·
Salud mental:
alucinaciones, paranoia y delirios.
No existe una cura para la
demencia, por lo que muchas investigaciones y recomendaciones prácticas se
centran en la prevención en lugar del tratamiento. Actualmente, los científicos
creen que la demencia ocurre cuando muchos factores, incluidos, entre otros,
altos niveles de estrés, inflamación, mala nutrición, soledad e inactividad,
chocan. Ser activo en la vida diaria se enfoca en varios de estos factores de
riesgo y produce un impacto positivo bastante impresionante. Pero no confiemos
solo en palabras simples, especialmente porque ahora tenemos nuevos datos para
respaldar estas afirmaciones.
La investigación
El estudio, publicado en la
revista Neurology, basó los resultados en datos autoinformados de 501.376
participantes del Biobanco del Reino Unido. La mayoría de las personas eran
adultos mayores con una edad promedio de 56 años. Los participantes completaron
cuestionarios regulares en los que informaron con qué frecuencia hacían
ejercicio, completaban las tareas diarias y visitaban a familiares o amigos. Al
comienzo del estudio, ninguno de los participantes presentaba síntomas de
demencia. Durante el período de seguimiento de poco más de 10 años, 5.185 de
ellos recibieron un diagnóstico de demencia. Después de comparar las tasas de
demencia y los niveles de actividad en la población de estudio, los
investigadores pudieron concluir que ciertas actividades reducen el riesgo de
demencia.
Tales actividades incluyeron:
·
El ejercicio frecuente produjo una
reducción del riesgo del 35%.
·
Tareas domésticas: un 21 %
menos de riesgo.
·
Reunirse con familiares y
amigos todos los días: un 15% menos de riesgo.
Como todo estudio, la
investigación en cuestión tiene algunas limitaciones. La pregunta principal es
si los mismos beneficios se extenderían a una población más joven, dado que el
estudio se centró en adultos de 50 años en adelante.
¿Cómo puede la actividad
diaria reducir el riesgo de demencia?
La investigación revisada
anteriormente midió los números, pero ¿por qué los científicos creen que las
actividades diarias ligeras pueden reducir el riesgo de demencia? Para
responder a esa pregunta, tenemos que analizar algunos estudios previos. La
investigación de 2021 correlacionó de manera similar la actividad física y la
demencia. Teniendo en cuenta los datos autoinformados de 43.896 personas, la
investigación encontró que las personas más activas físicamente tenían el menor
riesgo de demencia. Otro estudio del mismo año analizó los datos de 62.286
participantes de Corea. También encontraron que incluso la actividad ligera
produce un menor riesgo de demencia en los adultos mayores. Por lo tanto, la
conexión entre la actividad física y la prevención de la demencia está bien
establecida. Los científicos creen que la actividad física es tan beneficiosa
para el cerebro porque mejora el flujo sanguíneo en el cerebro, reduce los
niveles de inflamación, disminuye el riesgo de depresión y mejora la condición
cardiovascular.
En resumen, haz
ejercicio y muévete tanto como puedas, y podrás reducir tu riesgo de demencia
en un tercio. Incluso en los días en que te sientas demasiado cansado u ocupado
para hacer ejercicio, trata de mantener alguna actividad, aunque solo sea lavar
los platos o regar las plantas. Y por último, pero no menos importante, no
subestimes el poder de la conexión humana; visitar a tus seres queridos, salir
a caminar con amigos o tomar un café con un familiar beneficiará enormemente tu
salud emocional y física. JQR
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