Este tipo de color de cabeza es la causa más
importante de cefalea en edad pediátrica. Cuáles son sus características,
síntomas y tratamiento.
La migraña suele ser asociada a un tipo especial de
dolor de cabeza que sufren las personas adultas. No obstante, niños y niñas
también pueden padecer esta enfermedad crónica con manifestaciones episódicas
que se repiten en el tiempo y con características bastante concretas que las
diferencian de las cefaleas comunes.
«La prevalencia de las migrañas se incrementa con la edad. Entre el 1 y
3% de los niños de 3 a 7 años pueden sufrirlas; en el caso de los adolescentes,
el porcentaje aumenta hasta el 8 y el 23%», detalló la Dra. Cecilia Avancini,
médica pediatra de vittal, organización de urgencias y emergencias médicas
extra hospitalarias en Argentina.
Según la especialista, si bien no se conocen los motivos exactos que
generan las migrañas, están relacionadas con dilataciones y espasmos de las
arterias cerebrales. «Existe un componente genético considerable (Herencia
poligénica multifactorial), ya que lo normal es que haya antecedentes de
migraña en la familia del niño que la padece. Y hay otro componente ambiental
porque son múltiples los factores que pueden desencadenarla (como estrés,
fatiga, mal dormir, deshidratación)», informó la Dra. Avancini.
Acerca de los síntomas, subraya que la sintomatología principal es la
cefalea de característica uni/bilateral, frecuentemente frontal que pueden
durar horas, pulsátil (dolor con cada latido del corazón), de intensidad
moderada a severa, empeora al moverse el niño y se alivia con el sueño.
La Dra. Avancini señaló que «pueden acompañarse de otros síntomas como
vómitos, dolor abdominal, fotofobia (molestia al mirar la luz) o fonofobia (molestia
al escuchar sonidos), palidez, ojeras, sudoración».
Por otro lado, la migraña puede presentar intervalos asintomáticos. «En
la migraña clásica existe un período previo denominado ‘aura’ en el que se
suelen ver destellos de luz u otros signos como puntos ciegos, cambios en la
visión u hormigueo en la mano o la cara, que el niño constata antes del inicio
del dolor de cabeza», enfatizó la médica pediatra de vittal. Y agregó que «en niños pequeños pueden presentarse sólo episodios
recurrentes con vómitos, vértigo, tortícolis, dolor abdominal».
El diagnóstico de la migraña es clínico y para su tratamiento se suelen
utilizar analgésicos como el paracetamol o ibuprofeno junto con reposo, lugar
oscuro y silencioso. «A veces estas medidas pueden no ser suficientes. En caso
de que existan vómitos asociados e intensos dolores, que persistan, el
neurólogo infantil puede prescribir algún fármaco para prevenir la aparición de
nuevos episodios de migraña, pero la medicación siempre debe estar controlada
por un profesional», aclaró la Dra. Avancini. BP
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