La OMS afirma que unos 422
millones de personas viven con diabetes en el mundo. La versión más común de la
enfermedad es la diabetes de tipo 2, que se desarrolla cuando el páncreas
produce menos insulina de la que el cuerpo necesita, y las células dejan de responder
a la insulina. Algunos cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio con
regularidad y seguir una dieta saludable, pueden ayudar a reducir el riesgo de
diabetes. Una nueva investigación sugiere que el riesgo de diabetes de tipo 2
disminuye considerablemente en las personas que beben al menos 4 tazas de té al
día.
Beber té para reducir el
riesgo de diabetes
En el estudio, los
investigadores analizaron los datos de 19 experimentos anteriores con un total
de más de un millón de participantes de ocho países. Ninguno de los
participantes tenía antecedentes de diabetes de tipo 2. Observaron la
frecuencia con la que los participantes bebían té negro, verde y oolong.
Algunos bebían menos de una taza, otros tomaban de una a tres tazas y otros
consumían cuatro o más tazas diarias. Los investigadores hicieron un
seguimiento de los participantes durante más de 10 años y descubrieron que las
personas que bebían al menos cuatro tazas de té al día tenían un 17% menos de
probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 2 que las que consumían poco o
nada de té. El análisis también descubrió que las personas que bebían entre una
y tres tazas de té al día tenían un 4% menos de riesgo de padecer diabetes de
tipo 2 que las que no consumían té en absoluto. Es importante destacar que los
resultados fueron los mismos independientemente del tipo de té, el sexo y la
zona en la que se vive.
“Nuestros resultados son
intrigantes porque implican que la gente puede hacer algo tan fácil como beber
cuatro tazas de té al día para reducir potencialmente su probabilidad de
adquirir diabetes de tipo 2”, dijo Xiaying Li, de la Universidad de Ciencia y
Tecnología de Wuhan (China), autor principal del estudio. Los autores
presentaron sus conclusiones en la reunión anual de la Asociación Europea para
el Estudio de la Diabetes (EASD), celebrada en Estocolmo (Suecia). Los
resultados de esta nueva investigación no se han publicado en una revista
médica revisada por expertos.
Según la Academia de Nutrición
y Dietética (AND), el té negro, el verde y el oolong se elaboran a partir de la
misma planta, pero tienen sabores diferentes debido a las diversas formas de
procesar sus hojas. Los investigadores creen que determinados componentes del
té, como los polifenoles (compuestos bioactivos que se encuentran en las
plantas, incluidas las hojas de té), pueden ayudar a reducir los niveles de
glucosa en sangre. Sin embargo, puede ser necesaria una concentración
suficiente de polifenoles para que sea eficaz.
En otra etapa del estudio, los
investigadores examinaron a 5.199 participantes adultos sin antecedentes de
diabetes de tipo 2 que formaron parte del Estudio de Salud y Nutrición de China
entre 1997 y 2009. Los registros de su consumo de té se recogieron a partir de
cuestionarios. En general, el 45,76% de los participantes declaró beber té y,
al final del estudio, el 10,04% de ellos había desarrollado diabetes de tipo 2.
Los investigadores ajustaron
las estadísticas para controlar la edad, el sexo y el estilo de vida, pero no
encontraron una asociación estadísticamente significativa entre el consumo de
té y el riesgo de diabetes de tipo 2. Según ellos, el riesgo era casi el mismo
tanto si la gente bebía té como si no. Aunque estos resultados son importantes,
cabe señalar que el estudio es observacional y no puede demostrar que beber té
pueda reducir el riesgo de diabetes. Sin embargo, sí sugiere que este hábito
puede contribuir a reducir el riesgo de diabetes de tipo 2.
Según la Asociación Americana
de la Diabetes, todos los tipos de té sin azúcar se recomiendan para las
personas con diabetes tipo 2 porque contienen pocas o ninguna caloría y
carbohidratos. Los expertos también sugieren mantener un peso corporal
saludable y evitar las bebidas azucaradas para mantener bajo el riesgo de
diabetes tipo 2. Limitar el consumo de hidratos de carbono con almidón (como
patatas, pan, pasta, arroz y cereales), evitar el tabaquismo y controlar la
presión arterial y el colesterol también son importantes para reducir el riesgo
de diabetes de tipo 2. SF
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