Los antimicrobianos, también
reconocidos como antibióticos, son medicamentos que terminan o detienen el
crecimiento de las bacterias. Estos gérmenes, como los de la faringitis
estreptocócica o la infección urinaria, son los que hay que eliminar del organismo.
Los antibióticos actúan bloqueando la producción de proteínas que necesitan las
bacterias para vivir. Esto puede erradicarlas o inhibir su replicación. Los
antibióticos suelen administrarse en forma de comprimidos, cápsulas o líquidos.
Aunque tienen mucho éxito en el tratamiento de las infecciones bacterianas, los
antibióticos tienen un efecto importante sobre el sistema inmunológico. Afectan
al equilibrio de las bacterias beneficiosas del organismo, que es un elemento
del sistema inmune que ayuda a combatir las bacterias peligrosas. Tomar
antibióticos es necesario cuando se tiene una infección bacteriana, pero
también puede ser perjudicial para las bacterias sanas del organismo que
contribuyen a que nos sintamos sanos. Esto puede provocar efectos secundarios
como náuseas, gases y diarrea. Para proteger tus bacterias beneficiosas, es
importante mantener una dieta equilibrada. Consulta nuestro artículo para
obtener más información sobre los tipos de alimentos que debes consumir
mientras tomas antibióticos. También debes tener en cuenta que algunos
alimentos pueden impedir la eficacia de tu tratamiento antibiótico.
1. Alimentos azucarados
Estudios han demostrado que un
exceso de azúcar puede abastecer a determinados tipos de bacterias malas.
Además, el azúcar también puede impedir la capacidad de nuestros glóbulos
blancos para aniquilar bacterias. Según las investigaciones, la capacidad de
los glóbulos blancos para capturar gérmenes se reduce significativamente
después de que las personas consuman diferentes tipos de azúcar, lo que
repercute en una menor inmunidad que dura hasta cinco horas después de tomar un
alimento azucarado. Por lo tanto, se recomienda evitar alimentos o bebidas
llenas de azúcar añadido como refrescos, jugos de fruta, pasteles y galletas
cuando se toman antibióticos.
2. Toronjas
Aunque las toronjas o pomelos
son beneficiosas para la salud por la vitamina C y el potasio que contienen,
las investigaciones han descubierto que puede ser perjudicial consumir esta
fruta o su jugo mientras se toman antibióticos. La enzima CYP3A4, que se
encuentra en el intestino delgado, es responsable de metabolizar muchos
fármacos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el
jugo de pomelo tiene el potencial de inhibir la acción de esta enzima
intestinal. Por lo tanto, una mayor cantidad del fármaco no se descompone y
permanece en el organismo durante períodos de tiempo más largos. Si consumes
toronja mientras se toman antibióticos, es posible que el medicamento no se
metabolice correctamente. Un estudio realizado en seis varones sanos reveló que
beber jugo de pomelo mientras se tomaba el antibiótico eritromicina aumentaba
la cantidad del antibiótico en la sangre en comparación con beberlo con agua.
3. Alimentos suplementados con
calcio
El consumo de alimentos ricos
en calcio puede afectar a la absorción de antibióticos. Las investigaciones han
demostrado que ciertos antibióticos, como la ciprofloxacina y la gatifloxacina,
pueden verse afectados por los alimentos que contienen calcio. La combinación
de antibióticos, como las tetraciclinas y las fluoroquinolonas, con calcio
puede impedir que el organismo los absorba, lo que podría dar lugar a un
tratamiento menos eficaz. Es beneficioso consumir yogur mientras tomas
antibióticos, ya que es rico en calcio y contiene probióticos que pueden ayudar
a prevenir cualquier efecto adverso, como la diarrea. Se sugiere tomar estos
alimentos al menos un par de horas después de tomar antibióticos y seis horas
antes de la siguiente dosis.
4. Alcohol
Debe evitarse el alcohol
durante el tratamiento con antibióticos, ya que puede provocar malestar
estomacal, mareos y fatiga. La Clínica Mayo afirma que es mejor no mezclar con
alcohol los siguientes antibióticos: Metronidazol, Tinidazol, Sulfametoxazol y
trimetoprima, Linezolid. Ingerir alcohol mientras se toman antibióticos puede
provocar sofocos, dolores de cabeza, náuseas y vómitos, así como un aumento del
ritmo cardíaco. Es esencial mirar las etiquetas de los enjuagues bucales,
medicamentos para la tos y el resfriado, ya que pueden contener alcohol.
Además, es importante recordar que el alcohol interrumpe el sueño y la
hidratación, ambos necesarios para recuperarse de una infección bacteriana. Por
lo tanto, es aconsejable dejar de beber alcohol durante el tiempo que tomas
antibióticos.
5. Alimentos ricos en grasas
Desde hace tiempo existe
evidencia de que una dieta rica en grasas puede provocar diversos problemas de
salud, como aumento de peso, obesidad, aumento de los niveles de colesterol y
probabilidad de padecer enfermedades cardiacas. Un estudio reciente sugiere que
el consumo de una dieta de estilo occidental rica en grasas junto con la toma
de antibióticos aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad preinflamatoria
intestinal (pre-IBD). Según este mismo estudio, alrededor del 11% de la
población mundial padece el síndrome del intestino irritable (SII). Los
síntomas de esta afección incluyen dolor abdominal recurrente, hinchazón y
modificaciones en los hábitos intestinales. Además, la fase pre-SII del SII se
identifica por la inflamación de la mucosa y diversos cambios en la composición
de la población microbiana intestinal.
Andreas Baumler, científico
principal de esta investigación y catedrático de microbiología médica e
inmunología, reveló que “nuestra investigación concluyó que las personas que
habían consumido antibióticos además de una dieta rica en grasas tenían un mayor
riesgo de desarrollar pre-IBD”. Los autores del informe declararon además que
el sistema digestivo necesita bacterias beneficiosas para funcionar
correctamente, sin embargo, consumir una dieta rica en grasas en combinación
con antibióticos puede alterar el delicado equilibrio de nuestro intestino.
Dicha alteración se debe a que los antibióticos interfieren en las actividades
celulares y permiten la entrada de oxígeno en el estómago. Esto provoca un
cambio en la población bacteriana, ya que las bacterias son incapaces de
sobrevivir en una atmósfera con alto contenido de oxígeno. JQR
No hay comentarios.:
Publicar un comentario