jueves, 17 de agosto de 2023

¿Cómo fortalecer la esperanza?…

Cierta persona me dijo que estaba perdiendo la esperanza ante lo que ocurre. Me era difícil encontrar las palabras adecuadas. Le dije, entonces, que para mí la esperanza no es mi reacción ante lo que ocurre, sino una elección personal. En el primer caso, dependo de eventos que no controlo para sentirme bien o no. Por el contrario, cuando cultivo la esperanza como una virtud ante la vida, puedo abordar cualquier reto con más fuerza y decisión. ¿Cómo fortalecer la esperanza?
1.- Elige enfocarte en lo bueno de la vida. En el mundo existen bondad y maldad, abuso y ayuda, amor y gente que odia. Tú puedes decidir cuál de esas opciones es la que quieres para ti. También puedes elegir qué quieres ver. En un principio podrías decir que no es posible, pero créeme, tú puedes entrenar tu mente para que se acostumbre a ver toda la bondad y el amor que existe en el mundo.
2.- Cambia tus pensamientos. Aunque te sea difícil entenderlo, lo que ves en el mundo es un reflejo de tus pensamientos. Si eliges pensamientos de mejor calidad, podrás ver un mundo distinto. Por ejemplo, si crees que la vida es injusta, mala o una lucha, cambia eso. Recuerda que lo que experimentas, primero lo has pensado, consciente o inconscientemente. Entonces, haz un trabajo de transformación personal, desmantelando el andamiaje de ideas negativas y perturbadoras.
3.- Aléjate de personas pesimistas y quejosas. Cuando entramos en la queja y en la crítica a otros, superficialmente sentimos un «fresquito en el pecho». Es el ego diciendo: yo tengo razón y el mundo es como yo digo. Pero si sientes con más profundidad, este tipo de personas hacen que tu esperanza disminuya. Mantenerte repitiendo la misma conversación pesimista una y otra vez no ayuda a que alimentes tu esperanza. Así que presérvate y aléjate de quien no suma a tu vida. Si es un familiar, elige otros temas de conversación.
4.- Medita. Hay muchos beneficios cuando meditamos: una sensación de paz, profunda relajación y sentirnos más descansados. “Si rezar es hablar con Dios, meditar es escucharlo”.
5.- Escucha música que te alegre o te eleve. Cuando hacemos algo que nos alegra, se producen químicos en nuestro cuerpo que nos dan felicidad. Además, una música que te guste eleva tu espíritu.
6.- Elije un espacio de la naturaleza y disfrútalo. Caminar descalzo en la hierba, sumergirse en el mar, ver los rayos del sol en la mañana o unas aves volando pueden conectarte con esa inteligencia infinita que ha creado este hermoso planeta.
7.- Haz ejercicio. Mientras estás ocupada(o) en tu actividad física, estás generando endorfinas, químicos que te dan bienestar. Además, si pones toda la atención de tu mente en tu cuerpo, no estarás repitiendo pensamientos negativos.
Tal vez no estés lista(o) para hacer un cambio drástico, pero poco a poco comienza a fortalecer la esperanza en tu vida cotidiana.
Quiero regalarte una cita del actor Christopher Reeve: “Una vez que eliges la esperanza, todo es posible”. JRR

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